El Economista (México) - Turismo
TEMPORADA ALTA
Vicente Ferreyra Acosta, director general de Sustentur, explica las repercusiones de la sobredensificación turísticas
EN EL TURISMO, MÁS ES MEJOR… o eso creíamos. El éxito del turismo es claro; en el mundo, 1,322 millones de turistas internacionales se movieron fuera de sus países el año pasado, y se calcula que los viajes internos (turistas dentro de sus países) alcanzan entre 5,000 y 6,000 millones al año; en México, hemos tenido crecimientos de hasta dos dígitos anuales en la recepción de turistas internacionales en el último sexenio (11.6% del 2016 al 2017, por ejemplo), y los mexicanos viajamos cada vez más por nuestro país.
Y las perspectivas globales y locales son de continuo crecimiento. ¿Eso es bueno?
La respuesta no es fácil y no es única, pero en los últimos años y en algunas ciudades el crecimiento ha generado conflictos que hacen que la actividad turística se vuelva un riesgo, que la satisfacción de turista y residente baje, que los residentes dejen las ciudades (y con ello, se vayan las tradiciones) y que la calidad de los espacios culturales y naturales disminuya.
El término, definido en inglés como overcrowding (sobredensificación, en español), se ha vuelto cada vez más popular para hablar de aquellos sitios que ya no pueden manejar y gestionar su turismo adecuadamente.
¿Y cómo saber si estamos o no en esta categoría? Aunque es suficiente en ocasiones salir a la calle y observar, el Consejo Global de Viajes y Turismo (WTTC, por su sigla en inglés), que dirige la mexicana Gloria Guevara, ha publicado un estudio con indicadores para identificar los “síntomas” de sobredensificación en los destinos, y han evaluado 68 ciudades a nivel global para encontrar qué tan “enfermas” están de esta crisis.
Con estos indicadores, que van de la importancia local del turismo y su crecimiento hasta los efectos de la actividad en la naturaleza y cultura, vale la pena preguntarnos ¿cómo estamos en nuestros destinos? Y, lo más importante, ¿qué impactos se están derivando o pueden derivarse si no actuamos de inmediato?
Una de las ciudades que más conflictos ha tenido con este tema, pero que también está trabajando para resolverlo es Barcelona, España; ellos estarán entre los asistentes de la segunda edición del Sustainable and Social Tourism Summit que se llevará a cabo del 14 al 17 de marzo en Cancún, Quintana Roo, con la intención de discutir estos grandes retos globales, y poner sobre la mesa las soluciones necesarias.
Como Barcelona, hay otras ciudades de las cuales aprender, pero también muchas que siguen pensando en el crecimiento del turismo como una solución única y no como una oportunidad que, bien gestionada, puede generar desarrollo regional.
¿Estamos llegando a la era de los destinos que se mueren de éxito? Porque, como dice el reporte del WTTC: “Cuando la sobredensificación ha llegado muy lejos, las repercusiones son difícil de revertir”.