El Economista (México) - Uniones
AUGURAN NEGOCIACIONES LARGAS
BUSCARÁ EU AÑADIR UN CAPÍTULO SOBRE ECONOMÍA DIGITAL CON EL FIN DE ADECUARLO AL SIGLO XXI
El 16 de agosto es la fecha pactada para que México y Estados Unidos inicien formalmente la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), aunque el objetivo inicial es modernizarlo para incrementar la competitividad en la región, en el camino se han incluido temas, por lo que se espera que el proceso para concretar un acuerdo lleve aún más tiempo de lo esperado.
El gobierno de Estados Unidos publicó este lunes los objetivos específicos que esperan lograr con el TLCAN, donde pone como punto principal reducir el déficit de su balanza comercial con México y Canadá, además de combatir la corrupción, estipula derechos laborales y de protección del medio ambiente.
“Desde que el TLCAN entró en vigor en 1994, la balanza comercial bilateral de bienes de Estados Unidos con respecto a México ha pasado de un superávit de 1,300 millones de dólares a un déficit de 64,000 millones en el 2016”, indica el comunicado.
DéFICIT COMERCIAL
Manuel Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que aunque no son una novedad los objetivos anunciados por el gobierno estadounidense, sí se prevé que las negociaciones del TLCAN se alarguen más de lo previsto pues se tratarán puntos complejos.
“Los tiempos no nos van a dar ni para la administración de Donald Trump, ni para la administración de Enrique Peña Nieto, en términos de poder tener una negociación sensata en tiempo y la razón es porque una de las cosas quieren los negociadores de EU es que la parte laboral sea parte del cuerpo del propio Tratado”, explicó el economista.
“Además, EU tiene la noción de que tiene que reducir su déficit comercial, es la primera vez que un Tratado de Libre Comercio se incluye esto como un objetivo de la negociación, entonces en una de esas nos van a complicar”.
Manuel Molano aseguró que en el problema del déficit influyen variables macroeconómicas de factores internos y no solamente es producto de una mala relación comercial.
“El problema del déficit es porque no hay suficiente ahorro en ese país para financiar su inversión y como son ricos y pagan bien, entonces el resto del mundo termina financiándoles sus bienes de consumo y esa es la razón por la que aparece este déficit en cuenta comercial que al final se cumple este deseo que tenían los chinos, alemanes, mexicanos de fiarles”, indicó.
Por su parte Carlos Bautista, catedrático de la Universidad La Salle, coincide en que será un proceso largo y complicado donde México saldrá beneficiado en algunos puntos pero también perjudicado en otros aspectos, como en el caso de un posible cambio al capítulo de las reglas de origen.
“A partir de agosto ya empiezan las negociaciones, las cuales tienen programado que durarán un año, es decir, agosto del 2018; sin embargo, faltaría lo más importante, que pase a la Cámara de Representantes en EU, luego llegue al Senado y se apruebe, luego pase por Presidencia, entonces estaría listo en el año 2019 o 2020”, señaló.
El profesor explicó que si las negociaciones se complicaran y Estados Unidos se levantara de la mesa, los acuerdos comerciales internacionales que haga México en el futuro estarían bajo las reglas de la OMC, lo cual no es desfavorable.
“La OMC nos da la pauta a nivel internacional, es decir, las reglas del juego, en el año 2001, EU creó el concepto de arancel consolidado, con ese arancel EU se obligó de manera unilateral a tener un tope sobre los impuestos de importación de mercancías originarias de países de la OMC”, añadió el catedrático.
Finalmente, ambos especialistas coincidieron en que el ciclo político en México sí puede ser un factor que ocasione incertidumbre, por tal motivo señalaron que lo recomendable es buscar continuidad transexenal del equipo negociador para que el proceso camine bien.
64,000
MDD es el déficit comercial que tuvo EU con México en 2016