El Economista (México) - Uniones
Espíritu estratégico del emprendedor
PARA LOS EMPRENDEDORES, tomar una decisión equivocada puede representar el éxito o fracaso de su negocio. La persona que decide hacer empresa debe dotarse de todo el conocimiento posible y las herramientas que le brinden la certeza de convertir la idea de su producto o servicio en un éxito.
El sueño del emprendedor es vivir de su pasión; sin embargo, una idea genial resulta insuficiente, ya que convertirla en una realidad conlleva adquirir ciertas habilidades, que por alguna razón no se han desarrollado; una empresa requiere más que esfuerzo y dedicación, necesita ser controlada y blindada para tener la capacidad de ser rentable y competitiva.
El camino del emprendedor es un campo minado, por lo que es importante mantener un alto calibre en la medición de sus resultados, buscando siempre una mejora continua, un liderazgo estratégico (que desarrolle el talento de quien lo acompaña en el reto de emprender) y una visión objetiva del mercado para mantener vigente una oferta atractiva.
MATERIALIZACIÓN
La creación de un producto o servicio competitivo es una tarea ardua, y aunque seguir en el juego y en la mente de los clientes es una responsabilidad constante; el verdadero desafío se encuentra en el control de la operación de una empresa, a través de las personas que la operan y ayudan en la administración de ésta.
Por ello, es indispensable jugar con los roles: producir, vender, administrar y ser un líder son cuatro habilidades que podrían “volver loco” a cualquier emprendedor que no cuente con la capacidad de administrar cada hora de su vida; una acción correcta en el tiempo perfecto determina el éxito de una empresa.
Un emprendedor está dispuesto a morir en la raya, no hay descanso, no hay pretexto y no existe impedimento alguno que lo haga darse por vencido, ya que la pasión manda; pero tarde o temprano se dará cuenta de que el trabajo sin organización “ciega la dirección”, generando desgaste para él y sus colaboradores puesto que no hay resultado suficiente ni inmediato.
La administración del tiempo es punto clave en el nacimiento de un negocio y la toma de decisiones sin análisis sólo resuelve problemas inmediatos que generan una “ceguera empresarial”, impidiendo el crecimiento o aceleración de cualquier empresa que se proyecta como exitosa en su creación.
Entonces, ¿el éxito de la empresa recae en la disciplina y administración del emprendedor?… Sí, porque la falta de planeación genera un líder operativo, por tanto, el talento la ejecución de sus colaboradores se limita a resolver no a mejorar procesos, el funcionamiento efectivo de la empresa depende del talento y la pericia del líder para dirigirlo; la pasión y el trabajo extenuante son insuficientes cuando no existe una planeación estratégica que permita utilizar a favor el uso adecuado del tiempo.
Un líder que administra su tiempo es enfocado y ejecuta con dirección, es un ejemplo inspirador para el talento que lo rodea porque alcanza metas, establece alianzas estratégi- cas, y además, es capaz de controlar los aspectos de su vida personal y empresarial.
Adicionalmente, el emprendedor debe también ocuparse de lograr la “salud financiera” de su negocio, con la total satisfacción del cliente, el talento correcto que ayuda a generar fidelización del consumidor y con la ejecución de acciones de posicionamiento para su marca, es fundamental tener una ejecución milimétrica en el servicio al cliente, ya que de eso depende conservarlo o no y, en consecuencia, garantizar fluidez económica.
La responsabilidad de emprender implica garantizar competitividad en el negocio para beneficio propio y de aquellos que confían en el proyecto, con un producto o servicio de excelencia y un liderazgo estratégico, lo que conduce irremediablemente al sendero del éxito.