El Economista (México) - Uniones
Fitch Ratings - Sanidad en la capitalización y el apalancamiento del sector
LA CALIDAD Y ADECUACIÓN DEL CAPITAL (el tamaño con relación a los riesgos) son factores fundamentales en el análisis del perfil financiero de las uniones de crédito, dado que demuestra su capacidad de crecer y absorber pérdidas inesperadas asociadas a sus operaciones o impagos de sus clientes.
Existen componentes considerados en la evaluación de la capitalización para las UC. Por un lado, se incorporan los indicadores financieros básicos como la métrica de capital a activos, además de indicadores financieros más ácidos como el apalancamiento tangible (deuda financiera a activos tangibles) y el capital tangible a activos tangibles, los cuales dejan fuera aquellos activos con baja capacidad de absorción de pérdidas en caso de estrés como lo son los activos intangibles (por ejemplo, licencias, marcas, pagos anticipados, entre otros). Fitch generalmente considera como positiva la existencia de regulación que derive en una disciplina para el mantenimiento de niveles mínimos de capital, por lo que el ICAP, que se determina acorde con los requerimientos de la CNBV también aporta información valiosa en la evaluación, aunque Fitch destaca que hay todavía un área de oportunidad para robustecerlo, ya que actualmente sólo considera para su cálculo los activos ponderados sujetos a riesgo crédito y mercado, y no se calculan aquellos asociados al riesgo operacional.
Fitch complementa su valoración del capital y su apreciación sobre si éste representa adecuadamente el comportamiento en el futuro previsible del patrimonio con la incorporación de métricas adicionales como la capacidad interna de la entidad para generar capital y sus expectativas de crecimiento, la suficiencia de estimaciones preventivas con respecto a cartera total que fortalezcan la capacidad de absorción de pérdidas, las concentraciones que pudieran incrementar la vulnerabilidad del capital y su tamaño relativo. La agencia estima que algunos modelos de negocios pudieran requerir mayores colchones de capital para absorber pérdidas.
En general, el sector de uniones exhibe niveles adecuados y estables de capitalización en los últimos años, en línea con la amplia trayectoria de estas entidades, que le ha permitido fortalecer y sostener su posición patrimonial a través de los ciclos. Por lo general, dicha base de capital es de buena calidad (capital común) y por ende con una capacidad adecuada para absorber pérdidas, dado que los activos intangibles suelen ser relativamente bajos en estas entidades.
Por otro lado, contar con una base capital relativamente sana le permite a las uniones de crédito absorber o mitigar parcialmente las concentraciones altas por acreditado, las cuales suelen presentarse en este sector por la naturaleza regional y de nicho de sus operaciones.
Entre el 2013 y el 2016, el ICAP del sector de uniones de crédito se ubicó en promedio en 17.6%, mientras que el promedio indicador de capital a activos fue de 15.5 por ciento. Por otra parte, el indicador de apalancamiento tangible y de capital tangible a activos tangibles de las uniones calificadas se ubicaron en 6.2 veces y 15.1%, en promedio en el mismo periodo.
Si bien el entorno operativo se tornó más complejo, particularmente desde finales del 2016 por la incertidumbre del resultado de las elecciones en Estados Unidos, Fitch recientemente modificó a la alza su proyección de crecimiento para la economía mexicana para el 2017 y el 2018 a 2.0 y 2.2 por ciento. No obstante lo anterior, la expectativa de un crecimiento lento prevalece, por la incertidumbre que impera en torno al TLC, las políticas macroeconómicas más estrictas y una mayor inflación esperada. Por lo tanto, las uniones de crédito enfrentan el reto de concretar sus planes de expansión crediticia en el 2017 ante un entorno que pudiera afectar hasta cierto punto las decisiones de inversión y consumo en el país. Fitch considera que los indicadores de capitalización del sector son adecuados para enfrentar este periodo, y que el reto del segmento será sostener indicadores de calidad de activos sanos y rentabilidad consistente que continúen fortaleciendo su capacidad de absorción de pérdidas.