Salidas a bolsa en México, al mismo ritmo que en Sri Lanka
En los últimos 12 meses, el ritmo de los estrenos accionarios en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha sido pausado, pues sólo se han registrado cuatro ofertas públicas iniciales, el mismo número que en economías más pequeñas a la de México, como Sri Lanka, Bermudas o Mauricio.
De acuerdo con datos estadísticos de Bloomberg, en esas economías, con el mismo número de colocaciones, se levantó casi lo mismo de los inversionistas, alrededor de 300 millones de dólares.
La propia Bolsa Mexicana ha reconocido que el número de inversionistas, como de empresas que cotizan en el mercado de deuda y de capitales, es muy pequeño para el tamaño de la economía del país.
El valor de capitalización del mercado mexicano representa el 27.57 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con cifras de Bloomberg.
El tamaño del mercado accionario en México es inferior al de Chile y España, los cuales presentan una relación con respecto al PIB de 73.78 y 47.69 por ciento, en cada caso.
Pese a los grandes programas de promoción, de planes de bajar costos y rangos para que empresas medianas lleguen a Bolsa, el mercado de capitales mexicano sigue “entrampado” en el mismo problema de años.
Expresidentes de la BMV consultados sostuvieron que hay varios factores que mantienen entrampado al mercado de capitales de nuestro país, entre los que destacan el estilo mexicano de la empresa mediana, al no querer someter a las compañías a una mayor transparencia y revelación de información.
Para Manuel Robleda, expresidente de la BMV, el conflicto de interés que existe entre los bancos y casas de bolsa, al ser en su mayoría parte de un grupo financiero, no está permitiendo a los intermediarios bursátiles interesarse aún más en llevar empresas a Bolsa, tarea que es responsabilidad de ellos (intermediarios).
En tanto, Guillermo Prieto, ex presidente de la Bolsa Mexicana, reconoció que el universo de los títulos accionarios está acotado, pues las empresas medianas, fundamentalmente, se rehúsan a financiarse en un mercado de capitales, toda vez que los intermediarios bursátiles, las casas de bolsa, no están haciendo su labor de llevar a nuevas emisoras a estrenarse en la bolsa.