¿Y el Día Mundial del Turismo?
garmenta@ elfinanciero. com.mx Ayer se celebró en todo el planeta el Día Mundial del Turismo, la fecha más importante de este sector a nivel global. En esta ocasión, el país sede fue Tailandia y, como cada año, la Organización Mundial del Turismo, que es un organismo de la Organización de las Naciones Unidas, lo celebró en grande con Taleb Rifai, su secretario general, a la cabeza.
Y si ahora la OMT eligió festejar la fecha en Bangkok, se debe, entre otras razones, a que el turismo ha crecido rápidamente en ese país asiático. La propia agrupación indica que el año pasado Tailandia se convirtió en el país más visitado de Asia sudoriental, al registrar la llegada de poco menos de treinta millones de turistas extranjeros, los cuales dejaron una derrama económica de 44 mil 600 millones de dólares.
Frente a esta nación, México puede presumir que Tailandia no forma parte de los diez países que más turistas reciben, ya que con 32 millones cien mil turistas en 2015, ocupa el noveno sitio, en tanto que los tailandeses, con casi treinta millones de visitantes, no figuran en el selecto grupo del Top Ten mundial.
Pero, la verdad es que los tailandeses no deben estar muy preocupados por no formar parte de esa supuesta élite, ya que ellos sí han logrado hacer realidad la teoría que ha venido empujando en la última década, respecto a que la tendencia más positiva debe ser aquella que pregona recibir turistas más seleccionados, que gasten mucho más que el promedio, en lugar de llenarse de turistas que llegan con casi todo pre pagado, gastan poco y depredan mucho.
El número es contundente: el año pasado, México captó 17 mil 457 millones de dólares y tuvo alrededor de dos millones de turistas más que Tailandia; sólo que Tailandia logró que sus visitantes gastaran 27 mil 143 millones de dólares más que los que dejaron aquellos que viajaron a algún destino mexicano; es decir, los tailandeses registraron un ingreso 2.5 veces más alto que los mexicanos… con dos millones menos de turistas.
La diferencia es abismal, por eso Tailandia ocupa un privilegiado sexto lugar en el todavía más exclusivo club de los diez países que más hacen sonar su caja registradora con los turistas, en tanto que México aparece en un lejano sitio 16.
Sin embargo, hay que decir que en 2015 México dio un gran salto en este rubro de las divisas al dejar el lugar 22 que tenía en 2014; seis posiciones no están nada mal de un año a otro. Pero, por su parte, Tailandia también tuvo un buen avance de tres escalones, al dejar el noveno lugar que ocupó en 2014, para brincar al sexto sitio mundial.
Y uno se pregunta: ¿pues cuánto cobran los tailandeses por un cuarto de hotel, por comer, por un masaje, qué ofrecen, qué diversiones tienen, como para lograr que quienes los visitan gasten tanto dinero? ¿Cuál es su secreto?
Muchos dirán que la respuesta es simple: los tailandeses son famosos por explotar el turismo sexual, al grado que han aparecido en obras como la célebre novela Plataforma, del escritor francés Michel Houllebecq, por citar un caso.
Es muy complicado cuantificar lo que la prostitución aporta a la industria turística, pero seguramente no es la única razón que explique los altos ingresos tailandeses en el negocio de la hospitalidad. No estaría de más ponerles un poco de atención y ver qué cosas buenas les podemos aprender.
Pero mientras eso sucede en Tailandia, en México pasan cosas raras. En nuestro país en los últimos años se celebró con formalidad el Día Mundial del Turismo, quizá con excepción de 2008, cuando Felipe Calderón quiso desaparecer la Secretaría de Turismo 19 días antes del 27 de septiembre y, en lugar de fiesta, lo que hubo fue una rebelión de secretarios de turismo estatales que lograron frenar la iniciativa del entonces Presidente de la República.
Pero vinieron tiempos mejores y apenas hace dos años la OMT eligió a México para ser sede de la conmemoración mundial, acto que se efectuó en Guadalajara con todos los honores.
Por eso sorprende que ahora este Día Mundial del Turismo le haya pasado de noche a la Secretaría de Turismo, que no lo festejó de ninguna manera. Su titular, Enrique de la Madrid Cordero, prefirió irse con su homólogo de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, para anunciar El Buen Fin. Que cosas tan raras a veces pasan.
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