Ministro petrolero saudí da señales de un acuerdo, pero el de Irán no
Arabia Saudita dio ayer la señal más fuerte hasta ahora de que está listo para alcanzar un acuerdo regional con su rival petrolero Irán, abriendo potencialmente el camino para establecer el primer límite en dos años a la producción de crudo, sin embargo, los mensajes encontrados hacen factible el pacto hasta la siguiente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en noviembre.
Khalid Al-falih, quien heredó un sobreabasto crónico en el mercado petrolero cuando fue designado ministro petrolero de Arabia Saudita en abril, mostró ayer una mayor flexibilidad hacia Teherán, al argumentar que Irán, Libia y Nigeria deberían poder “producir al máximo nivel que haga sentido”. “La brecha entre los países miembros de la OPEP se está cerrando en términos de cuáles serían los niveles a los cuales se congelaría la producción”, dijo Al-falih tras un largo día de reuniones bilaterales, en los que Rusia ha fungido como mediador entre sauditas e iraníes. “Las opiniones están convergiendo mucho”. Por otra parte, las declaraciones que su homólogo iraní hizo más temprano no fueron tan optimistas. “No está nuestra agenda alcanzar
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un acuerdo en estos dos días”, declaró el ministro petrolero iraní Bijan Namdar Zanganeh a Bloomberg.
“(Estoy en Algeria) para tener una reunión consultiva informal con la OPEP para intercambiar puntos de vista, pero no más”. Ambos países comenzaron las conversaciones con miras a cerrar una brecha de 600 mil barriles diarios entre sus respectivas posiciones. La diferencia, que es mayor a la producción diaria de Ecuador, muestra cuánto trabajo le queda al cártel antes de que puedan remplazar una política de “bombeo a discreción” adoptada en 2014, que puso de cabeza al mercado, hacienda temblar a inversionistas, corporaciones y economías enteras.