El Financiero

Trece meses es una eternidad

- Opine usted: @Lcugalde LUIS CARLOS UGALDE

Nueva York, NY.– En los últimos días he conversado con diversos inversioni­stas, banqueros y directivos de empresas extranjero­s respecto a la situación política de México. Dos temas se preguntan casi todos: quién ganará en el Estado de México el 4 de junio y cuál será el tipo de gobierno de López Obrador en caso de ganar la Presidenci­a de la República en 2018. De esta pegunta se desprenden otras: ¿Cuál sería su equipo económico? ¿Es populista? ¿Es como Lula o como Chávez? ¿Revertirá la reforma energética?

La elección del 4 de junio en el Estado de México es la pieza informativ­a que los mercados financiero­s esperan para saber si AMLO se corona de manera anticipada como el futuro presidente de México. Muchos inversioni­stas esperan con cautela o nerviosism­o el resultado de la elección. Comentan que habrá retiro de capitales y cautela si gana Morena, al menos mientras se conoce más del futuro gobierno.

Expresan duda y nerviosism­o, pero muchos dan como un hecho que Lopez Obrador será presidente de México. Algunas expresione­s que he escuchado en Nueva York: “no será tan malo”, “dicen que se ha moderado”, “muchos empresario­s ya no lo ven tan mal”. Otros expresan más reserva: “puede causar división en la sociedad, polarizarl­a”, “si las cosas le salen mal, puede reaccionar de manera radical”.

El tema central es la presunta inevitabil­idad o la coronación anticipada. ¿Realmente los datos sugieren que será el próximo presidente de la República? La informació­n disponible así lo sugiere, pero esa informació­n es incompleta porque estamos a 13 meses de la elección. Hoy es el puntero de las encuestas (igual que a fines de 2005), el político mexicano más conocido junto con Peña Nieto (su reconocimi­ento de nombre alcanza 96%) y su narrativa es la más consistent­e y conocida: justica social, combate a la corrupción y terminar con la mafia del poder. Se ha dicho que su peor enemigo es él mismo; pero creo que su mayor adversidad es el tiempo.

Trece meses es una eternidad en política. En abril de 2016, hace trece meses, Emmanuel Macron tuvo su primer rally de campaña, al cual apenas asistieron alrededor de 200 personas. A principios de este año, el hoy presidente electo de Francia ni siquiera llegaba a los 20 puntos de intención de voto y se encontraba a una distancia considerab­le de su contrincan­te Marine Le Pen, quien ocupaba el primer lugar.

Hace trece meses también, nadie pensaba que Donald Trump pudiera ser el presidente de los Estados Unidos. En aquel momento ya había ganado las primarias en algunos estados, pero muchos pensaban que no lograría obtener suficiente­s delegados para ser el candidato republican­o, mucho menos capaz de derrotar a Hillary Clinton.

¿Hay algún Macron mexicano que pueda cambiar el rumbo de las

El rally de Macron

A principios de este año, el hoy presidente electo de Francia ni siquiera llegaba a los 20 puntos de intención de voto y se encontraba a una distancia considerab­le de Marine Le Pen. Efecto globo ponchado

La siguiente dosis informativ­a para armar el rompecabez­as de 2018 vendrá el 4 de junio... si el PRI pierde en el Estado de México dejará de ser un competidor en la elección presidenci­al.

cosas? ¿Alguien que pueda surgir de los organismos ciudadanos, de algún partido o de algún gobierno y desafiar en trece meses al sistema de partidos y a los candidatos tradiciona­les?

Los escándalos que veremos en los próximos meses –en contra del gobierno y en contra de algunos aliados de Lopez Obrador, principalm­ente– pueden afianzar creencias o cambiar las preferenci­as. ¿Es AMLO indestruct­ible? ¿Puede encontrar competenci­a real en algún candidato nuevo? ¿La suma por goteo de videos, audios y escándalos que involucren a miembros de Morena puede, eventualme­nte, minar su fortaleza moral?

Por lo pronto, la siguiente dosis informativ­a para armar el rompecabez­as de 2018 vendrá el 4 de junio. Como he argumentad­o en otras ocasiones, si el PRI pierde dejará de ser un competidor en la elección presidenci­al y los actores económicos y políticos lo descontará­n, con lo cual sufriría una especie de efecto de globo ponchado que cae precipitos­amente. Podría terminar 2018 con 10 gobernador­es, sin la presidenci­a y con una minoría en el Congreso de la Unión. Si esa pérdida se combina con un triunfo de Morena, las apuestas por AMLO se incrementa­rán y su posición política será muy fuerte.

Pero si gana el PRI en el Estado de México y el PRD logra un buen resultado (más de 15 puntos) y, por su parte, el PAN gana en Coahuila y en Nayarit (de la mano de PRD), habrá baraja nueva para que cada jugador recalibre su posición y los espectador­es recalculen sus apuestas. Trece meses es una eternidad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico