Riesgo país de México, en mínimos de dos años
Las calificadoras crediticias siguen teniendo a México dentro de un proceso de revisión con sesgo negativo. El veredicto todavía no ha sido publicado. Sin embargo, los mercados financieros ya han hablado y han validado una mejoría sustancial en el riesgo soberano de México. Esto no es un fenómeno reciente ni exclusivo de México, pero sí uno donde nuestro país ha observado una mejoría más que proporcional al del promedio de países del bloque emergente. A continuación algunas reflexiones en este tema.
Posterior a las elecciones en EU (8 de noviembre del 2016), casi bajo cualquier medida de prima de riesgo país o soberano; el riesgo-méxico percibido por los mer- cados alcanzó máximos en nueve meses. En particular, tanto el Credit Default Swap (CDS) de México como el diferencial entre el UMS y el Bono del Tesoro de EU a diez años alcanzaron niveles tan altos como 263 puntos base (pb) y 204pb, respectivamente.
En aquel momento, se percibían niveles excepcionalmente altos de incertidumbre asociados al futuro de la relación económica y diplomática entre México y EU tras la victoria del presidente Donald Trump. A juzgar por los altos niveles alcanzados por los diferenciales o primas arriba citadas, los mercados parecían ponderar un escenario excesivamente negativo.
Al anterior complicado contexto se le podían sumar los anuncios por parte de las principales calificadoras crediticias que ponían la calificación de México en revisión negativa. Tales anuncios fueron realizados el 31 de marzo (Moody’s), 23 de agosto (S&P) y 9 de diciembre (Fitch) del 2016.
No obstante, de mediados de febrero de este año a la fecha, todas las medidas de prima de riesgo soberano de México han descendido sustancialmente. Por ejemplo, el CDS y el diferencial UMS-UST a diez años ya se ubican en niveles cercanos a los 185pb y 125pb, en el mismo orden –es decir, casi 80pb por debajo de los niveles arriba citados.
Es cierto que una tendencia en el mismo sentido se ha observado en buena parte del mundo emergente. No obstante, en los últimos tres meses, el ajuste citado ha sido más pronunciado en el caso de México –justo uno de los mercados en los que tales primas de riesgo más deterioraron en noviembre del 2016.
Desde mi entender, la razón de una menor percepción de riesgo para México podría asociarse a la dilución de escenarios extremos de riesgo asociados a los efectos que posibles nuevas políticas comerciales, fiscales y de inversión en EU podrían provocar en México.
Si bien reconozco que subsiste un alto grado de incertidumbre respecto al escenario político y económico en EU, considero que existe un menor riesgo de un escenario de guerra comercial inducida por EU, por ejemplo, aunque cierto riesgo de proteccionismo selectivo sigue vigente. Es decir, la mejoría en la percepción de riesgo México podría estar validando mejores escenarios, aunque no el desvanecimiento de riesgos.
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