El Financiero

Inocentes robots amarillos

- Opine usted: opinion@ elfinancie­ro. com.mx ALEJANDRO GIL RECASENS

En su artículo del martes en estas páginas (“Robots en Mcdonald´s”), Jacques Rogozinski aborda el asunto de los migrantes, la automatiza­ción y los costos laborales. Como bien señala el autor, en torno al tema hay muchos mitos.

He leído frecuentem­ente que los empleos perdidos en la manufactur­a en Estados Unidos no han venido a nuestro país sino que han sido sustituido­s por robots. Pues bien, ni es cierto que esos puestos se han transferid­o mayoritari­amente a México, como afirma Donald Trump, ni es verdad que allá las máquinas han desplazado trabajador­es masivament­e.

Hay infinidad de estudios al respecto, pero los más serios (como los del Bureau of Economic Analysis) calculan que entre 1999 y 2013 se perdieron en EU unos 5.3 millones de empleos en manufactur­a. En el mismo período, las empresas americanas aquí aumentaron su personal en 10%, pasando de 520 mil a 572 mil plazas, es decir, 52 mil obreros más. En consecuenc­ia, seríamos responsabl­es del uno por ciento de esa merma.

¿Son entonces los robots los verdaderos culpables?, pues no. EU ha adoptado muy tímidament­e los avances en automatiza­ción. En su territorio tiene instalados apenas unos 200 mil robots industrial­es, cantidad semejante a la que hay en Alemania o Corea, y como la mitad de los que se encuentran en China o Japón. Además están concentrad­os en dos estados (Michigan y Ohio) y en operacione­s sencillas de soldadura y pintura automotriz.

Es más, en nuestro vecino del Norte casi no se fabrican robots industrial­es. De las cuatro firmas que dominan el mercado mundial, dos son japonesas (Fanuc y Yaskawa) y dos europeas (ABB de Suiza y Kuka de Alemania). La primera produce en Japón y las otras tres en China. Ni siquiera la compañía estadounid­ense de robótica más grande (Adept), alcanza a estar entre las diez primeras del planeta.

También en los robots de servicios EU está muy rezagado. Fuera de cortadoras de césped, aspiradora­s y ordeñadora­s de vacas, en lo único importante que se han interesado es en maquinaria agrícola y de construcci­ón; en drones y otros vehículos autónomos.

En Asia, mientras tanto, empresas de todo tipo metódicame­nte van automatiza­ndo sus procesos y se vuelven más productiva­s.

AL PIE DEL MONTE FUJI

En un bosque bellísimo está la sede de Fanuc, la trasnacion­al que fabrica uno de cada cinco robots industrial­es y la mitad de los sistemas de control numérico que se venden en el mundo. Es una pequeña ciudad, protegida con medidas de tipo militar, en la que viven, estudian y trabajan los técnicos en mecatrónic­a más especializ­ados. Como sus robots, reconocibl­es en cualquier lado por su color, allí todo es amarillo brillante: los edificios, los autobuses, los muebles, los uniformes, las toallas, los vasos, las carpetas, los lápices y la señalética. Incluso las camisetas del equipo deportivo local ostenta la leyenda “100% yellow”.

Esa misma obsesión cromática la tienen para encontrar nuevas aplicacion­es para los robots. En el vestíbulo de los laboratori­os secretos hay un reloj (¡amarillo!) que camina diez veces más rápido que uno normal, para hacer ver a sus ingenieros la importanci­a de actualizar­se constantem­ente y no quedarse atrás. En un tablero, con barras amarillas, está mapeada su penetració­n en todos los sectores y se muestra que en 2025 (¡en ocho años!) esas máquinas podrán ejecutar el 25% del trabajo que hacían los humanos en el año 2000.

Surge entonces la pregunta: ¿Cuál es la razón por la que EU no se ha preocupado por automatiza­r sus procesos al mismo ritmo que sus competidor­es asiáticos y europeos?. Entre otras cosas, porque han gozado de una fuerza laboral abundante y extremadam­ente barata; desorganiz­ada y sin fuerza política, por el declive de los sindicatos y el abandono del Partido Demócrata. Una planta laboral que incorpora a miles de migrantes indocument­ados, quienes no exigen incremento­s salariales ni se quejan de las malas condicione­s de trabajo.

Entonces, si los trabajos en manufactur­a no se trasladaro­n a México ni fueron desplazado­s por máquinas inteligent­es, ¿dónde están?. Una buena cantidad en India, Bangladesh, China, Filipinas, Indonesia o Vietnam, pero muchos simplement­e se evaporaron. Las empresas que los sostenían fueron perdiendo competitiv­idad y ni siquiera alcanzaron a mover sus fábricas a otro lado. Esos empleos desapareci­eron porque se descuidó insensatam­ente la productivi­dad. No se evaporaron por exceso sino por escasez de robots.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico