¿Alguna palabra sobre los asesinos?
Exigir justicia en el caso del asesinato de Javier Valdez, de Miroslva y de tantos otros periodistas asesinados por el crimen organizado es un acto mínimo para honrar la memoria de quienes fueron cobardemente liquidados por criminales a quienes el trabajo periodístico de los victimados les era incómodo. El periodismo es una profesión de riesgo –el cual pocos asumen. Valdez y Miroslava eran valiosos porque iban a donde pocos fueron.
Ignoro si lo que prometieron hacer el gobierno federal y los de los estados en materia de protección a periodistas pueda tener algún éxito. Los gobiernos estatales están absolutamente rebasados en materia de seguridad y el federal hace agua por todos lados y ya ni se defiende. No se ve por dónde puedan cumplir aunque no hay que dejar de lado la buena voluntad, para que por lo menos den con los asesinos.
Es lamentable que periodistas que quieren ejercer su profesión no lo puedan hacer por las condiciones de seguridad en determinada localidad. También es seguro que si el periodista no puede llevar a cabo su trabajo, tampoco lo pueda hacer a plenitud, el arquitecto, el contador, el que atiende una tlapalería, el cantante. Las condiciones de inseguridad en esas zonas son para todos los habitantes.
Es entendible la reacción de un gremio en solidaridad con sus compañeros asesinados brutalmente. Una gran parte de los
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