DE SUEÑOS CUMPLIDOS
GRACIAS A LA VISIÓN DE FERRY PORSCHE, HOY PUEDE MANEJAR UN COCHE DEPORTIVO FABRICADO A SU GUSTO
El máximo nivel de personalización –más de 600 funciones-, múltiples opciones de diseño, alta precisión y exclusividad garantizada están disponibles para su próximo automóvil. Tal y como se lo imagina, es posible convertirlo en una realidad. Y es que como en una obra de arte, puede llevar la firma de su creador: usted.
Si es un amante de los detalles, la destreza manual con la que se fabrica el Porsche 911 es su mejor opción. Un coche deportivo creado para uso diario que ya es especial, pero puede volver único, como su huella digital.
Bajo el principio –aplicado desde el nacimiento del modelo 356, en 1948- “individualidad directamente de la fábrica”, cuenta con el
Sonderwunschprogramm (programa de deseos especiales) llamado así hasta 1986, y desde entonces renombrado como Porsche Exclusive, con el que puede seleccionar el color de la pintura y de la piel, y elegir entre diversos materiales como carbono, aluminio, madera o el cuero. Además del equipamiento, por supuesto.
“Al principio vi a mi alrededor, pero no pude encontrar el coche de mis sueños. Por eso me decidí a construirlo yo mismo”, dijo Ferdinand Anton Ernst Porsche, también conocido como Ferry, diseñador de este modelo y, junto con su padre, Ferdinand, fundador de la firma alemana que lleva su apellido.
Actualmente, a través de 180 estaciones en la planta de ensamblaje en Zuffenhausen, Stuttgart, los trabajadores de la compañía –expertos en más de 200 tareas- cuidan cada centésima de segundo y cada centésima de milímetro en su armado artesanal. Desde la entrada de la carrocería –ya pintada- comienza una coreografía perfectamente sincronizada, la cual después de nueve horas concluye con la salida de la línea de producción de uno de los 250 coches que se fabrican diariamente, entre los que puede estar el suyo.
“Hace 54 años tuve la oportunidad de realizar mis primeros viajes por la carretera alpina de Grossglockner con mi padre. El sentimiento de ir en un 911 es ahora igual de placentero que entonces. La razón es que ha garantizado que los valores esenciales de nuestra marca sean hoy tan visionarios como lo fueron con el primer Porsche 356/1, de 1948”, destacó Wolfgang Porsche, hijo de Ferry y actual presidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG, durante la presentación de la unidad un millón.
Vehículos automatizados, enviados desde el área de logística específicamente para el operador, circulan con las piezas correspondientes para cada estación –ni una más, ni una menos- hasta arribar a su destino: colocación del cableado (lo primero para tener corriente desde el comienzo, detectar errores y corregirlos), el tablero, los parabrisas, las puertas y todos los elementos que contiene. Finalmente, como en la vida, llega el “matrimonio”, en el que se une la carrocería con el motor, chasis y transmisión.
Este cuidado y dedicación en su sistema de producción se refleja en que, según la marca, de los modelos 911 que han fabricado, más del 70 por ciento aún se encuentra en circulación.
Y es que ser parte del proceso no es fácil. La mayoría de sus trabaja-
dores cuenta con una preparación profesional como mecánico. Algunos son contratados después de tres años y medio, al egresar del centro de formación de la firma, el cual recibe 10 mil aplicaciones, pero sólo puede aceptar 150 por año.
“No me puedo imaginar la historia de éxito del 911 sin estos inigualables empleados”, señaló Uwe Hück, presidente del Comité General de Empresa de Porsche AG. “Hoy tenemos el 911 un millón. Lo bueno de esto es que nuestros compañeros todavía los fabrican con la misma devoción que el primer auto”.
Al momento de estar leyendo esto seguro habrán transcurrido más de 3:04 minutos, tiempo de tacto que Porsche tiene en su línea de montaje; es decir, que su futuro vehículo ya habría cambiado de estación. ALTERNATIVAS A FUTURO Thilo Koslowksi, CEO de Porsche Digital -subsidiaria de Porsche AG que comenzó a operar en septiembre de 2016-, entiende que la transición a la dimensión digital, de la cual es responsable, podrá beneficiar algunos procesos del montaje, pero sus prioridades son hacer productos más interesantes, fortalecerlos y permitir a los consumidores tener mejores experiencias dentro y fuera del vehículo, aun cuando no sean propietarios de uno.
La idea es captar a quienes se convierten en fanáticos de sus automóviles desde pequeños.
“Actualmente ser un cliente significa comprar un Porsche, a futuro podría ser diferente, especialmente con clientes más jóvenes que quieran ser parte del estilo de vida, de la marca y lo que transmite”, señala.
“Queremos que la gente se convierta en cliente comprando un coche, pero habrá experiencias de valor que podrás disfrutar antes, sin la necesidad de tener el dinero para adquirir uno”.
Para enriquecer y no sólo quedarse con la experiencia de manejo, Koslowski prepondera la creación de más Porsche Experience Centers, donde sus dueños puedan usar el coche como se debe.
EL ADN DE LA MARCA
Al no ser el único fabricante de automóviles premium o de lujo, la mezcla de deportividad y confort, exclusividad y prestigio del 911 es lo que los separa de la competencia, afirma Tim Bravo, Press and PR Manager de Porsche Latinoamérica.
A diferencia de hace 10 o 15 años, explica, existe la posibilidad de atraer nuevos compradores con otros modelos como el 718 o Macan. “Estamos llegando a un cliente que apunta a ser muy exitoso o que ya lo es, jóvenes emprendedores que no han alcanzado la cima de su carrera, pero que ya quieren crecer con la marca y empiezan con uno de esos de entrada”.
Y es que dentro de la gama de Porsche hay quienes encuentran en el Cayenne o el Macan el compromiso de tener un solo coche para la familia, pero que si también son aficionados a la conducción deportiva, pueden disfrutarlo igualmente cuando van solos. Incluso, comparte Bravo, éstos son –junto con el Panamera-atractivos para el mercado latinoamericano en general, por las condiciones de las carreteras y lo pesado del tráfico en la región.
“Tanto para clientes como para prospectos ofrecemos, sobre todo en México, muchos eventos con los cuales se les inspira a probar productos nuevos o los que ya tienen. Por ejemplo, llevarlos a un circuito con instructores que los pueden guiar, darles consejos, hacer de ellos mejores conductores”, destaca.