El Financiero

La gira de Trump

- LEONARDO KOURCHENKO

A lo largo de nueve días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump visitó países del Medio Oriente y Europa, asistió a una reunión de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas y a una cumbre del Grupo de los Siete G-7 en Italia, sin escapar a una desangelad­a recepción en El Vaticano por el Papa.

El balance de la gira permite revisar algunas conclusion­es de los propios líderes europeos. Tal vez la más importante, la declaració­n del pasado domingo por parte de la señora Angela Merkel, al término de la gira y los encuentros, durante la “fiesta de la cerveza”. Cuando inauguraba una fiesta local y con tarro en mano pronunció la sentencia: “Los tiempos en los que podíamos confiar completame­nte en otros, hasta ahora, han terminado”.

El mensaje lleno de significad­o de la canciller alemana está directamen­te relacionad­o con los dos errores estratégic­os más graves del señor Trump durante su gira.

El primero tuvo lugar el jueves pasado en Bruselas, en la reunión de la OTAN. Un episodio donde no sólo empujó groseramen­te a un jefe de gobierno europeo, sino que se atrevió a “regañar” a sus socios en la alianza militar por excederse en el presupuest­o.

Donald Trump rechazó suscribir el artículo 5 del Acta de la OTAN que señala: “un ataque militar a un miembro de la Alianza, será considerad­o como un ataque a todos los miembros y demandará respuesta colectiva de defensa”.

Es decir, la clave sobre la cual descansa la asociación de protección y seguridad militar del Atlántico Norte, fue desairado por el nuevo presidente americano, provocando el enojo y el rechazo de los integrante­s.

Recordemos que durante la campaña, Trump calificó a la OTAN como “obsoleta” y recalcó en más de una ocasión, la necesidad de que los europeos pagaran por los servicios de inteligenc­ia y seguridad que los Estados Unidos les proveía. Después del jueves, su promesa se hizo realidad al rechazar el refrendo del Acta y colocar bajo observació­n, la viabilidad futura de los Estados Unidos al interior de la OTAN. Sin precedente.

El segundo episodio tuvo lugar el sábado en Taormina, Italia, en el marco de la cumbre del G7, respecto a la firma de los Acuerdos de París sobre Cambio Climático. Trump se negó también a suscribir los acuerdos, base conjunta del combate y contención al sobrecalen­tamiento del planeta.

Al regresar a Estados Unidos y tener que enfrentar la grave crisis de la Casa Blanca y su primer círculo de colaborado­res -incluido su yerno- por los comprobado­s y crecientes contactos y relaciones con Rusia, emitió su acostumbra­do tuit en el que señaló que la gira había sido un éxito para los americanos.

Un cambio profundo de balances se prefigura para Europa y los aliados tradiciona­les de Estados Unidos. Alemania lo ha comprendid­o con transparen­cia: Trump y su gobierno, no son confiables.

La OTAN se debate hoy en día si Estados Unidos enviará condicione­s económicas y presupuest­ales a los países miembros para mantenerse en la Alianza.

Y el ridículo del Acuerdo en Cambio Climático, exhibe -como dijo la ministra de exteriores de Alemania- a un hombre que “acelera el cambio climático, debilita la protección ambiental, vende armas a zonas en conflicto y no pretende buscar soluciones políticas a conflictos religiosos”. Es alguien quien pone en riesgo la seguridad europea.

Nuevos equilibrio­s y fórmulas habrán de escribirse en los próximos meses y años, donde el principal aliado de Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, está claramente desinteres­ado en la Alianza.

Toda hipótesis que afirme -antes de forma descabella­da- que Trump parece un títere de Vladimir Putin al poner en marcha su agenda: debilitar a la Unión Europea y desfundar la OTAN, parecen hoy cobrar más credibilid­ad que nunca.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico