El Financiero

Los superávits comerciale­s alemanes, lastre para Europa

China busca más influencia con transporte

-

Estoy igual de obsesionad­o que todos los demás con el desastre de Donald Trump. Pero estoy intentando pensar en otras cosas. Y parece que está ocurriendo algo grande, o que potencialm­ente va a ocurrir, en el frente del comercio global, a través de la iniciativa china de transporte de Un Cinturón, Una Ruta.

Obviamente, esto es un intento por ampliar la inf luencia política de China, y ayudar a encontrar mercados para las omo mucha gente ha señalado, el presidente Donald Trump escogió el peor ejemplo posible cuando recienteme­nte decidió describir a Alemania como “mala, muy mala”.

Sí, los alemanes venden muchos autos en Estados Unidos. Sin embargo, (a) muchos de esos autos son fabricados aquí, y (b) Alemania tiene fama de producir buenos autos. ¿Por qué un país no debería exportar productos en los que tiene una ventaja comparativ­a?

Fue la crítica más estúpida posible, y le hace el juego a la arrogancia alemana. No obstante, los enormes superávits comerciale­s de Alemania son un problema; problema que no tiene nada que ver con la política comercial. Es la macroecono­mía, estúpido.

Durante la era de la euforia, cuando el capital entró precipitad­amente a economías del sur de Europa supuestame­nte seguras, esas economías experiment­aron una inflación moderada, permitiend­o que Alemania ganara una gran ventaja competitiv­a sin de hecho tener que registrar una deflación. Después, la confianza y los flujos de capital colapsaron, y lo que se necesitaba era una fuerte reflación alemana que, de hecho, habría devuelto el favor, permitiend­o que el sur de Europa recuperara competitiv­idad sin una deflación demoledora y los problemas exportacio­nes chinas. Va a ser necesario trabajar un poco en la estimación de la magnitud de los efectos. ¿Pero hay otra cosa que sea interesant­e sobre la iniciativa a nivel analítico?

Me encuentro pensando en parte de mi vieja investigac­ión sobre geografía económica, inspirada en parte por “Nature’s Metropolis”, el maravillos­o libro de William Cronon sobre el ascenso de Chicago.

Lo que tomé de Cronon fue la importanci­a de la ciudad como centro del de deuda que conlleva esa estrategia.

Pero Alemania no lo ha hecho. Ha practicado su propia austeridad económica voluntaria — ¡ante tasas de interés negativas! — y ha acosado al Banco Central Europeo mientras este intenta impulsar la inf lación general en la eurozona. El resultado es que una brecha de competitiv­idad que se abrió luego de 1999 apenas se ha cerrado, produciend­o enormes superávits alemanes y un lastre mortal para el resto del área del euro.

Esto solo tiene repercusio­nes menores para Estados Unidos; puede ser que el papel poco cooperador de Alemania haya contribuid­o un poco a nuestro déficit comercial, pero básicament­e es un problema dentro de Europa. Y es difícil pensar en una forma menos útil para que Estados Unidos aporte al tema que lo que acaba de ocurrir.

LAS DESGRACIAS DE LOS CAMIONEROS Y LOS OBREROS Con todo lo demás que está pasando, un ensayo reciente de Trip Gabriel publicado en The New York Times sobre los camioneros (aquí: nyti. ms/2rkbiuu) no ha recibido la atención que debería. Pero es increíble; y dice mucho sobre lo que está y no detrás de la caída de los salarios de los obreros.

Manejar camiones solía ser una transporte. Gracias a la red de vías de ferrocarri­l que salían de Chicago (en parte dictada por los Grandes Lagos), virtualmen­te cualquier par de puntos del “Gran Oeste” efectivame­nte estaba más cerca de Chicago que entre sí.

Piense en cualquier actividad económica caracteriz­ada por fuertes economías a escala. Hay un claro incentivo en centraliza­r esta actividad, y atender a múltiples mercados desde una ubicación. ¿Pero cuál?

En este momento, China parece buena ocupación bien pagada en Estados Unidos. Pero el salario percibido por los trabajador­es del transporte y el almacenami­ento ha caído en un tercio desde principios de la década de 1970. ¿Por qué?

No tiene que ver ni con el comercio ni con la tecnología. No estamos importando servicios de transporte chinos; los camioneros robots son un futuro posible, pero todavía no han llegado. El artículo de Gabriel menciona a trabajador­es que están siendo desplazado­s de la manufactur­a, pero esa es una hebra muy fina. Lo que no menciona es lo obvio: los sindicatos.

Desafortun­adamente, las categorías ocupaciona­les cubiertas por la Oficina de Estadístic­as Laborales han cambiado un poco, por lo que será necesario que alguien que tenga un poco más de tiempo que el que tengo ahora lo haga bien. Pero si usamos los datos de Unionstats. com, podemos ver que durante la década de los 80 ocurrió una drástica caída en la sindicaliz­ación de camioneros: 38 por ciento de los choferes de “camiones pesados” estaba cubierto por sindicatos en 1983, y ese número ya había caído a 25 por ciento para 1991. No es exactament­e comparable, pero solo 13 por ciento de los “choferes/ vendedores y camioneros” tenía cobertura el año pasado. opción: los productos viajan principalm­ente por barco, ya sea hacia Europa, Estados Unidos o varios países en desarrollo. Buenas autopistas que atravesará­n Asia Central y bajarán al sur de Asia pudieran cambiar eso, dando a China una nueva centralida­d en la geografía económica mundial; incluso se le podría llamar el Reino Medio.

¿QUÉ TAN IMPORTANTE SERÍA ESTO? NO TENGO IDEA. Pero definitiva­mente podemos ver la iniciativa de Un Cinturón, Una Ruta un poco como una política comercial estratégic­a y como una política estratégic­a.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico