¿Qué fortaleció realmente al peso esta semana?
Ha generado controversia el hecho de que el peso se haya fortalecido luego de conocerse los resultados electorales del domingo.
Unos dicen que es por la confianza que dio el triunfo de candidato del PRI en el Estado de México; otros señalan que se debió a que todas las monedas de los mercados emergentes subieron
frente al dólar; otros más señalan que fue porque no hubo violencia en los procesos electorales del domingo; otros dicen que las elecciones no contaron
en el comportamiento del peso.
Me temo que ninguno de estos argumentos está en lo correcto.
Empecemos por la afirmación que señala que se fortalecieron las monedas de los mercados emergentes.
Entre el viernes 2 de junio, último día hábil previo a las elecciones del domingo, y el cierre de ayer, cuando concluyeron los cómputos distritales, el peso ganó 2.55 por ciento frente al dólar y fue, a distancia, la divisa que más se apreció en el mundo.
La que le siguió fue el dólar australiano, con 1.16 por ciento.
Y en contraste, retrocedieron muchas, como el franco suizo, el peso colombiano, el euro o la libra, por citar sólo algunas.
La dimensión del fortalecimiento del peso en los últimos días no fue un fenómeno mundial, sino estrictamente local. El factor determinante fueron las elecciones.
Pero también se equivocan quienes piensan que fueron los triunfos del PRI los que motivaron el fortalecimiento del dólar.
Lo que produjo ese comportamiento del tipo de cambio fue la derrota de Morena.
Podría haber ganado el PAN o el PRD y el resultado hubiera sido muy parecido.
Entre diversos inversionistas, hasta la semana pasada, se daban por hecho dos cosas: el triunfo de Delfina en el Estado de México, y el de AMLO en las elecciones del 2018.
Lo primero no ocurrió y por ello, lo segundo no es un hecho, sino una posibilidad, que se debilitó tras observar lo que ocurrió en las campañas.
Y no es que a los inversionistas les caiga mal AMLO. Al contrario.
El problema es que es el único de los aspirantes a la Presidencia de la República, que ha planteado dar reversa a las reformas estructurales o detener proyectos de inversión como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Y es un hecho que esos posicionamientos generan nerviosismo.
Quienes rodean a AMLO deben saberlo y reconocer que ese asunto va a ser uno de los grandes tópicos de la campaña del 2018.
Hechos objetivos como el comportamiento de la paridad pueden influir en el grado de rechazo que tenga AMLO entre diversos sectores de la población, que podrían temer a las consecuencias económicas de que gane, como la depreciación adicional de nuestra moneda.
De acuerdo con la encuesta de salida de El Financiero en el Estado de México, entre quienes decidieron su voto el día de la elección, el 39 por ciento votaron por Del Mazo y el 23 por ciento lo hicieron por Delfina.
En contraste, quienes lo decidieron durante las campañas se inclinaron en un 31 por ciento Delfina y 29 por ciento por Del Mazo.
Su voto duro no le va a bastar a AMLO y si sigue apareciendo como el que manda al diablo a las instituciones, rechaza las reformas y se pelea con los comunicadores... el peso se seguirá fortaleciendo frente al dólar.
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