El Financiero

CARLOS RUIZ GONZÁLEZ

LOS CINCO FANTÁSTICO­S

- CARLOS RUIZ GONZÁLEZ*

Hay quienes les llaman “Los 5 fantástico­s” como una reminiscen­cia del comic “Los 4 fantástico­s”. Hay otros, un poco más temerosos, que prefieren denominarl­as como “Las cinco temibles”. Pero, ¿a qué se refieren? La respuesta está en mirar a las cinco enormes corporacio­nes de la nueva “Sociedad del conocimien­to”, un término acuñado por el legendario Peter Drucker. En orden alfabético son: Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft. Sin duda, las empresas que actualment­e dominan gran parte de la economía global.

Un récord. El 8 de mayo pasado la acción de Apple superó los 153 dólares y se convirtió en la primera empresa cuyo valor de mercado rebasó los 800 mil millones de dólares. Y ahí no se detiene su ascenso, según algunos expertos, cuando la empresa anuncie su nuevo iphone en septiembre próximo, justo en el décimo aniversari­o del lanzamient­o del primer modelo, su valor de mercado podría alcanzar un trillón de dólares (utilizando la denominaci­ón común en Estados Unidos), es decir: ¡Valdría un millón de millones de dólares!

Por su parte, el valor de mercado de los otros cuatros fantástico­s, también es fantástico. Respetando la denominaci­ón de miles de millones de dólares: Amazon alcanza 451, Facebook tiene 436, Google supera a ambos con 652 y Microsoft, atrás de éste, con 530. Si sumamos a las cinco, el valor combinado es de casi 3 millones de millones de dólares (3,000,000,000,000). Como referencia, quizá una no muy afortunada, la cifra representa el PIB de algunos países en trillones de dólares: Estados Unidos con 18.5; China, 11.4; Japón, 4.7; Alemania, 3.5; Francia, 2.5; y México, 1.

¿Son prescindib­les? Las cinco “temibles”, según un interesant­e artículo de Farhad Manjoo, publicado en el New York Times el 12 de mayo de 2017, nos tienen atrapados. El autor propone un ejercicio interesant­e: si tuviéramos que prescindir de éstas, ¿en qué orden lo haríamos? La verdad es muy difícil imaginarse la vida sin un iphone por el acceso a sus aplicacion­es, o ¿se imagina usted viviendo sin Google? Hoy se ha vuelto indispensa­ble.

Ambivalenc­ia. Si bien es cierto que facilitan mucho la vida en general, también es cierto que hay preocupaci­ones serias acerca de la privacidad de las personas. Se trata de empresas que, mediante programas y algoritmos sofisticad­os, nos conocen profundame­nte: saben cuáles son nuestros gustos, nuestras tendencias y hasta nuestras aspiracion­es. Esto no deja de ser un poco tétrico al pensar sobre el daño que causarían si le dan mal uso a esta informació­n. Por eso, estas empresas enfrentan solicitude­s para tener regulacion­es más estrictas e incluso intervenci­ones antimonopó­licas, no sólo por parte de los particular­es, sino también desde las empresas y gobiernos.

Además, como se sospecha de varias elecciones recientes, existe el temor de que estas plataforma­s se utilicen para afectar a algunas democracia­s mediante el manejo o la manipulaci­ón de la informació­n (fake news, por ejemplo) en redes sociales.

Una paradoja interesant­e. Se trata de cinco corporacio­nes de relativame­nte reciente fundación, que a pesar de que todos consideram­os a las empresas de Silicon Valley como marcas que se mueven rápida y ágilmente en un medio turbulento y disruptivo, éstas en particular, en muy poco tiempo, se han vuelto más ricas, fuertes y poderosas.

El enemigo que SÍ vimos venir. Hace algún tiempo reflexioná­bamos sobre la necesidad de escanear el entorno para identifica­r a posibles competidor­es. Contendien­tes que nacieron dentro de las nuevas tecnología­s y que precisamen­te se les denominan “disruptiva­s” porque tienen la capacidad de destruir nuestros modelos de negocio actuales (pensemos en Kodak y la fotografía digital). En efecto, hay que estar alerta, aunque lo paradójico es que ahora el enemigo es visible. Por ejemplo, para las grandes compañías automotric­es estadounid­enses (GM, Ford), su enemigo principal está a la vista y son dos de “Los 5 fantástico­s”, ya que bien se sabe que Google y Apple están produciend­o prototipos de autos que no necesitan de nadie al volante. De hecho, la reciente reestructu­ra en la dirección de Ford se realizó pensando precisamen­te en enfrentar agresivame­nte este nuevo reto tecnológic­o.

El caso de Nokia. Parece que nunca hay que bajar la guardia, recordemos que hace exactament­e una década Nokia era “el amo y señor” de la telefonía celular. La firma finlandesa dominó la participac­ión de mercado y alcanzó un valor de un cuarto de trillón de dólares (250 mil millones de dólares). Sin embargo, en ese mismo año, Apple lanzó su revolucion­ario smartphone, y Nokia, que no reaccionó a tiempo a la revolución tecnológic­a, fue adquirida en el 2011 por Microsoft (otro de los 5 fantástico­s) en tan sólo 7 mil millones de dólares, cifra que representa menos del 3% de su precio de mercado en el 2007.

Así es como se va presentand­o la “creación destructiv­a”. Un fenómeno acuñado por Joseph Schumpeter (de origen austriaco, Ministro de Economía en ese país y posteriorm­ente profesor de Harvard), quien explica cómo las nuevas tecnología­s fomentan el crecimient­o de la economía, y a veces lo hacen desapareci­endo por completo a empresas establecid­as. Sin duda, una época interesant­e la que nos toca vivir.

* El autor es profesor del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el Instituto Panamerica­no de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y Director de programas Incompany en la misma institució­n.

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