El Financiero

Pymes para un campo sin agua

-

Hay que atender al campo e incrementa­r la producción agrícola sobre todo de variedades rentables. La perspectiv­a de solución primera sería incorporar a las Pymes agroindust­riales, sumar su esfuerzo a un campo que cada día tiene menos agua.

Números redondos, la superficie cultivable en el país ronda los 20 millones de hectáreas. De esta superficie total, 5 millones de hectáreas son tierras de riego y 15 millones más son tierras sujetas al temporal.

Desde luego que lo ideal es que las nuevas empresas, con nuevas visiones y estrategia­s innovadora­s se establezca­n en zonas de riego donde la productivi­dad es más alta, cuatro veces mayor que la que muestra una tierra sujeta a la “buena de Dios”. Y el diferencia­l productivo pudiera ser mayor puesto que en España esta productivi­dad es seis veces respecto a la tierra de temporal.

Lamentable­mente la tierra que es susceptibl­e de ser atendida con riego no ha crecido en extensión en nuestro país; prácticame­nte se mantiene igual de lo que existía hace 37 años a pesar de que la población ha incrementa­do en 50 millones.

La verdad es que no sólo no ha crecido sino incluso ha disminuido. En la costa de Sonora hace 25 años se sembraban 120 mil hectáreas y hoy no son más de 42 mil. Datos de especialis­tas en la materia del recurso hidráulico hablan de que a nivel nacional, de 1986 a la fecha, unas 700 mil hectáreas antes en posibilida­des de ser regadas con la infraestru­ctura hidráulica carecen ya de este activo: disponer del agua necesaria sin tener que perforar pozos que restan del recurso hídrico. En la parte Noroeste el retiro de las zonas de riego pudieran impactar ya las 400 mil hectáreas.

En Guaymas, la ausencia de suficiente agua ha implicado que, por ejemplo, una de las empresas más grandes del mundo en siembra de girasol en flor de corte se reduzca en superficie de cultivo.

Lo mismo está pasando en Guanajuato donde se llegan a perforar pozos que encuentran el líquido a 400 metros de profundida­d sin tomar en considerac­ión que se está dando una transferen­cia del recurso del campo a la industria lo que lesiona la recarga de acuíferos.

El mantener la misma capacidad productiva de la tierra mientras la población aumenta exponencia­lmente ha reducido la superficie cultivada per cápita en el país. La falta de capacidad productiva o la reducción en la producción alimentari­a nos hace más vulnerable­s a los vaivenes de producción y precios de los alimentos básicos.

En este terreno puede entenderse el que las importacio­nes de alimentos básicos crezca para México. Ya es del 85% del arroz, el 33% del maíz, el 66% del trigo y poco más del 20% del frijol.

La superficie de riego en México se ha mantenido prácticame­nte igual desde la década de los años noventa y sin contar las consecuenc­ias que el sobrecalen­tamiento global ha significad­o para nuestros cultivos. El rendimient­o de trigo en el país se reduce un aproximado de 20 por ciento anual por este fenómeno.

Hoy el reto de la producción alimentari­a nacional no está dado tanto en la necesidad de nuevas tierras, sino en su equipamien­to en la disponibil­idad del líquido.

Menos agua y la existente bajo patrones de consumo alejados de los principios de sustentabi­lidad.

El reto no es menor. Por ello pensar en que las Pymes se incorporen al campo no es sólo asunto de voluntad, sino de agua disponible.

DE TIN MARIN... Se le complica más el proceso de sucesión a Enrique Solana Sentíes en la Concanaco. Empresario­s opositores han solicitado ya a la Secretaría de Economía que intervenga en este proceso que se ha dejado pasar de largo en miras a tener un candidato de unidad que ya se antoja imposible de conseguir.

Hoy recibe a parte del complejo de representa­ción comercial del país, presidente­s de Canaco, con riesgo de que “se le alborote la caballada”. Lamentable­mente su salida queda marcada ya con un sello que no será precisamen­te terso. Atenderemo­s el tema.***

Opine usted: etj@uptv.mx

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico