Llamadas peligrosas
El espionaje del gobierno a periodistas y activistas ha generado la condena generalizada y no es para menos. Ese tipo de herramientas, indispensables para combatir al crimen, no deben ser usadas para escarmentar, chantajear, extorsionar o vigilar a quienes, nos caigan bien o no, hacen una labor indispensable en nuestra sociedad. Como en la bajeza no hay límites, me parece particularmente zafio el espionaje al hijo de Carmen Aristegui.
Cabe preguntarse cómo leían las intervenciones telefónicas, qué pensaban de ellas y a qué conclusiones llegaban. Podemos imaginar el reporte que le armaban al Presidente en las oficinas de Osorio Chong, el secretario y su jefe de espías.
OCH: ¿Qué tenemos de las llamadas? ¿Quién conspira contra nosotros?
JE: ¿Contra nosotros? Pues desde hace tiempo Luis Videgaray como le informé, puntualmente, y se ha reforzado con la contratación de ese siniestro personaje que es Alejandra Sota, mejor conocida por su alias como: la pinche Sota.
OCH: Ya ni me digas, la hubiera contratado yo… pero me refiero de los verdaderos enemigos del gobierno, no de los pleitos internos. Los que dañan la egregia figura de nuestro señor presidente Peña; los que nada comprenden y todo critican; esos amargados sin quehacer y sin futuro. ¿Traes el informe?
JE: Esa gentuza, señor secretario. En efecto, traigo el informe ¿procedo a darle lectura? OCH: Procede. JE: Al parecer, de las escuchas telefónicas y mails y todo lo demás se desprende que Carlos Loret se quedó en el noticiero de la mañana en sustitución de él mismo. Anda muy pesado, señor, con comentarios que no se esperarían de los de Televisa, señor, ya ve que dicen que somos socios y que vamos de la mano y el Loret si nos arrima unas madrizas de cuidado. Anda muy sacalepunta. Algunos le dicen gato de Televisa, otros lo elogian, otros le exigen que en sus mesas de debate ponga gente menor de setenta años, en fin, como que hay de todo. Le gusta cocinar yucateco y sospechamos que tienen familia en dicho estado.
OCH: Sí, parece epidemia todos andan muy Aristegui, muy quesque libertarios, muy acá.
JE: A propósito señor, la señora Aristegui parece que sigue muy enfadada con el Presidente, en particular porque ya no tiene su programa de radio. Eso se desprende del grueso de sus conversaciones. Al parecer su hijo le va a los Pumas, de lo que se desprende que puede caer en actividades porriles y de bandidaje.
OCH: Checa si lo podemos invitar a un partido del Pachuca.
JE: Sí señor. El caso del señor Juan Pardinas nos ha costado mucho trabajo.
OCH: ¿Por qué? ¿Lleva una vida disoluta? JE: Perdóneme… OCH: Que si hace mucho desmadre o qué.
JE: Al contrario es una verdadera hueva. Ya van dos que me renuncian. Sus llamadas son un Nembutal, los escuchas se desesperan, se quedan dormidos. Al parecer se pone a comentar los artículos de Denise Dresser y de Leo Zuckerman, que no se los pierde. Yo no sé qué necesidad de darle seguimiento.
OCH: No mames. Pobre gente, no les hagas eso. Págales unas vacaciones.
JE: Y bueno, lo de siempre, el señor Rafael Cabrera sigue con sus actividades subversivas, pues publicó otro libro de una guarra o algo así, que tiene que ver con el 68 y unos intelectuales, la verdad no le entendimos. El señor Camarena cuenta unos chistes malísimos de los que se ríe mucho él mismo. O sea no hay mucho de novedad. Si me lo permite, mucha herramienta para tan poca nota, como diría ellos, digo ya todos nos madrean como pa qué seguirlos, jefe.
OCH: Te agradezco tus comentarios pero no podemos ni debemos romper las tradiciones, eso es atentar contra las instituciones.