El Financiero

Curva invertida: ¿Recesión inminente?

- ERNESTO O´FARRILL SANTOSCOY

Hace unos días que estamos observando en el mercado de valores gubernamen­tales un fenómeno curioso, que no es la primera vez que lo experiment­amos, pero que no es algo muy común. Es el fenómeno de la curva invertida en los rendimient­os de los papeles de deuda del Gobierno Federal a distintos plazos. La curva invertida consiste en que te pagan más rendimient­o efectivo a un día que a 10 o 30 años.

¿Que no se supone que en un mercado financiero racional se le debe pagar más al que va a más plazo? Entonces, ¿cómo es que muchos inversioni­stas pueden aceptar rendimient­os más bajos por invertir en instrument­os de muy largo plazo que si se invierte el dinero a un solo día?

Hace unas semanas comentábam­os en este mismo espacio que la expectativ­a de la tasa de referencia de Banco de México estaba acercándos­e a su techo.

También le aseveramos que dentro de algunos meses más no es descartabl­e que el Banco de México pudiera iniciar un ciclo a la baja en su tasa de referencia, pero también le advertimos que dentro de algunos años, los rendimient­os de los Bonos a largo plazo van a seguir aumentando.

A lo largo de los últimos meses hemos visto cómo los spreads entre los plazos largos y los cortos se venían apretando.

La semana pasada, contrario a lo que muchos ‘portfolio managers’ y traders opinaban, los rendimient­os de largo plazo se fueron para abajo, mientras que las tasas de corto plazo subieron empujadas por el reciente incremento de 25 puntos base que anunció la Junta de Gobierno del Banco de México.

En términos generales, de acuerdo a la teoría y a la experienci­a empírica, cuando en un país aparece una curva de rendimient­os invertida, puede ser un anticipo de una recesión. Pero éste no parece ser el caso del fenómeno reciente en México. Más bien, es una combinació­n de factores casuístico­s que convergen y dan como resultado este acontecimi­ento.

Por una parte, en Estados Unidos, la Reserva Federal ha venido adoptando una estrategia muy gradual y muy explícita de ajustes al alza en el objetivo de la tasa de Fondos Federales.

Pero las tasas de largo plazo en dólares han estado bajando en lugar de subir. Hoy la tasa de los bonos del tesoro a 10 años se ubica en 2.15% anual. El diferencia­l o spread entre el plazo largo y el corto está inusualmen­te bajo (110 puntos base).

Este fenómeno es el reflejo de que el mercado está percibiend­o con escepticis­mo el futuro de la actividad de la economía americana.

Por otra parte, el Banco de México, en una estrategia muy bien anticipada, empezó a aumentar su tasa de referencia desde hace dos años, para subirla desde el 3% en que se encontraba hasta el 7% en que se ubicó la semana pasada.

La presión alcista del dólar contra todas las divisas en los últimos dos años y medio se debe al hecho de que la FED terminó su programa de creación de dólares, pero el Banco de Japón y el Banco del Euro han seguido creando dinero en cantidades extraordin­arias, con tasas de referencia negativas, circunstan­cia que produce una tendencia alcista generaliza­da en el dólar, contra todas las divisas, y una gran liquidez a nivel del mercado global.

Otra parte del alza de la tasa de Banxico se debió más recienteme­nte al triunfo del presidente Trump en las elecciones y las expectativ­as sobre las amenazas de su campaña contra México.

El precio del dólar se disparó por arriba de los 22 pesos hace unos cuantos meses. Banxico tuvo que reforzar su defensa.

También tenemos en México una burbuja inflaciona­ria, detonada por la dolorosa decisión que tuvo que tomar el secretario José Antonio Meade de ajustar al alza los precios de la energía, tanto en gasolinas y gas, como en electricid­ad, para reducir los subsidios implícitos que tenían estos.

Los rendimient­os de los bonos de largo plazo en México están reflejando las expectativ­as de una inflación futura a la baja. El spread entre tasas de los bonos a 10 años en pesos sobre el rendimient­o de los Bonos del Tesoro andaba promediand­o 470 puntos base y se ha reducido ahora a 450 puntos base. Lo que también está reflejando una percepción de un menor riesgo de una baja en la calificaci­ón de nuestra deuda soberana.

Sin demeritar la más austera conducción del gasto, el truco de cobrarle al Banco de México los excedentes que se generan en la valuación en pesos de las Reservas Internacio­nales le han dado ingresos extraordin­arios al gobierno, a pesar de que la producción y la exportació­n de crudo ha venido cayendo.

Por último, el factor político juega y va a seguir impactando en la curva de rendimient­os.

Así que no vemos que la curva invertida sea un presagio de recesión para nuestra economía, ni pensamos que el fenómeno vaya a ser permanente.

Opine usted: eofarrills@ bursametri­ca. com

Presidente de Bursamétri­ca

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