Conflictos entre palestinos
La suspensión del abasto de electricidad a la Franja de Gaza que al final de abril pasado solicitó el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahamud Abbas (MA) a Israel, constituye un capítulo más de la lucha por el poder entre palestinos a fin de que Hamas ceda el poder de la Franja de Gaza a MA que le había arrebatado en el 2007.
Israel ha estado suministrando a la Franja a través de 10 líneas el 30% de la electricidad que requiere; las líneas de Egipto el 6.25% y, en el pasado reciente, Qatar compraba combustible para alimentar a la única planta eléctrica de la Franja, sin embargo, hasta ahora no ha mostrado ningún interés de reanudar los envíos. En este ámbito, Israel deduce el dinero que la AP paga por la electricidad a la Franja de los impuestos que recauda de los palestinos y los transfiere a la AP. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha señalado que la crisis de electricidad en la Franja es un asunto interno de los palestinos y que no existe una razón legal para que Israel le suministre el fluido.
La situación en la Franja se agravó con el corte de electricidad, restringido a cuatro horas al día. De acuerdo al Banco Mundial, la Franja vive una crisis humanitaria, la insuficiencia del flujo eléctrico no sólo ha afectado a los hogares o fábricas, también a hospitales a el suministro de agua y otros servicios vitales. Hamas ha utilizado la tragedia de su pueblo como arma política, culpando a la AP y a Israel de la situación prevaleciente, explota el sufrimiento de la población gazatí para obtener ayuda humanitaria y simpatía por su causa; promueve entre la población una cultura de odio hacia Israel y los judíos para radicalizarla. En su acta fundacional estipula la destrucción de Israel.
Analistas consideran que Hamas podría pagar la factura eléctrica de la Franja, sin embargo, el grueso de los recursos que recibe de la AP y de la ayuda internacional los está destinando a fabricar miles de cohetes para lanzarlos a Israel y construir y rehabilitar túneles para infiltrar desde su territorio al de Israel milicias para asesinar civiles. Se estima que en la última década Hamas utilizó más de mil millones de dólares para su infraestructura militar; asimismo, millones de dólares de las donaciones internacionales han ido a parar a los bolsillos de los líderes corruptos de Hamas.
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