Temer, cada vez más cerca del juicio político por corrupción
El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, denunció ayer formalmente al presidente Michel Temer por corrupción y lavado de activos, cargos que solo serán aceptados tras un análisis del Tribunal Supremo de Justicia Federal (STF) y con el aval de la Cámara Baja.
“Entre los meses de marzo y abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el presidente de la República, Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo, recibió para sí una ventaja indebida de 500 mil reales” del dueño el gigante cárnico JBS, indica el pedido de acusación difundido por el STF.
El primer análisis de la denuncia será hecho por el juez Edson Fachin, instructor del caso en la Suprema Corte, quien decidirá luego si la remite a la Cámara Baja, que tendrá la última palabra sobre el asunto por normas constitucionales, según las cuales Temer sería suspendido de sus funciones por 180 días, si fuera aceptada.
Los legisladores de la coalición gobernante de Temer confían en que tienen los votos para evitar que se consiga la mayoría de dos tercios que se requiere para que el juicio proceda, ante la cada vez más frágil oposición al mandatario.
Es la primera vez que un presidente brasileño en pleno ejercicio del poder es acusado formalmente de haber cometido delitos de tipo penal. Temer asumió como presidente el 31 de agosto de 2016.
En otro informe entregado ayer, previo a la denuncia de Janot, la Policía Federal concluyó que Temer también intentó “obstaculizar investigaciones” y “dejó de comunicar a las autoridades” las maniobras corruptas de las que tuvo conocimiento, lo que pudiera generar otras denuncias.
Las sospechas se desprenden de confesiones hechas por directivos del grupo JBS, quienes han declarado que sobornan al mandatario desde 2010 y además han entregado a la justicia unas grabaciones en las que Temer escucha en silencio y hasta consiente, unas maniobras irregulares que el dueño de JBS, Joesley Batista, dice que realiza desde hace años en favor de su grupo.
Otro delito. La Policía Federal resolvió que el mandatario brasileño intentó obstruir, además, a la justicia