...Y ALGUNOS LO VEN EN BANXICO
La personalidad pública de José Antonio Meade es la de un tecnócrata trabajador, católico y hombre de familia, pero su característica inusual para ser funcionario es su honestidad. Esto y su currículum le han valido para que los mercados lo piensen en Banxico, cuando Carstens se vaya.
El secretario de Hacienda de México, José Antonio Meade, tiene una característica inusual entre los máximos funcionarios del gobierno de México: es un hombre con una reputación de honestidad. Eso ha llevado a algunos a promocionarlo como la mejor opción del partido gobernante, manchado por los escándalos, para la contienda presidencial de 2018. Otros dicen que debe convertirse en el próximo gobernador del banco central.
La respuesta de Meade fue modesta cuando se le preguntó la semana pasada si quería contender en la elección presidencial de julio del año próximo.
“He sido secretario de Hacienda dos veces, he tenido la bendición y la oportunidad de participar en otras secretarías también”, dijo en una entrevista con Bloomberg News. “Pero creo que es pronto en el proceso. En política, un año es un tiempo muy, muy largo”.
Recibir apoyo del PRI para una candidatura presidencial sería un logro incluso para Meade, quien no es miembro del partido y nunca ha sido elegido para un cargo nacional. Sin embargo, el PRI tiene pocas opciones después de que una serie de escándalos de corrupción que le costaron el control de un
número récord de estados en los últimos dos años. Al menos cinco gobernadores del PRI se han escondido o huido del país para escapar de acusaciones de corrupción.
Otros piensan que Meade haría un mejor papel como gobernador del Banxico, cuando Agustín Carstens deje el cargo en noviembre para ir al Banco de Pagos Internacionales.
“Meade sería la opción más lógica si se quiere elaborar una lista de posibles candidatos para el banco central”, dijo Jonathan Heath, economista del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. “La razón por la que está también en la lista para la presidencia es porque no hay otros candidatos ideales dentro del PRI”.
El presidente Enrique Peña se negó a comentar sobre las nominaciones.