RIVALIDAD
¡Vivamos en estado de GOL!, la cual promueve el respeto entre los aficionados durante la Copa Oro, que se jugará del 7 al 26 de julio. Como parte de su estrategia realizará clínicas de futbol con niños en las sedes del torneo. La iniciativa se da dos semanas después de que la FIFA expulsó a dos mexicanos por gritar “¡Eh, puto” en la Copa Confederaciones. Sebastian Vettel (Ferrari) y Lewis Hamilton (Mercedes) reúnen todos los elementos para que su lucha por el Campeonato Mundial de Pilotos se convierta en la nueva rivalidad de la Fórmula Uno. Sin embargo, las recomendaciones de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y las firmas detrás de las escuderías podrían truncarla, cuenta Carlos Jalife, experto en automovilismo.
“Los directivos de la FIA son estrictos con los choques intencionados, como con el de Vettel en Bakú. No sólo sancionan a los pilotos con pérdida de segundos, también hablan con ellos para que no lo vuelvan a hacer. Creen que si estos incidentes son constantes, los niños pueden repetirlos en categorías inferiores. Los patrocinadores no quieren que los represente una figura pública que insulte a uno de sus colegas. Estas prohibiciones apagan cualquier indicio de rivalidad”, añade Jalife.
En los años 70, 80 y 90 se podían dar con mayor facilidad porque la Fórmula Uno era flexible con el comportamiento de los pilotos dentro y fuera de las pistas. El ejemplo fueron los choques que protagoni- GRANDES ENEMISTADES QUE LLEVARON A LOS PILOTOS A DEJAR, LITERALMENTE, TODO PARA ALCANZAR LA GLORIA
VUELTAS RÁPIDAS En el GP de Bélgica del 2000, a cuatro vueltas del final, Häkkinen rebasó a Schumacher con una gran maniobra para llevarse la victoria, aunque no pudo conseguir el tricampeonato. En el GP de Japón de 1989, Prost choca a Senna, su coequipero en Mclaren. El francés abandona, el brasileño continúa y gana, pero es descalificado y pierde el título.