El Financiero

¿La inflación en la cima?

- ERNESTO O’FARRILL SANTOSCOY

El INEGI reportó la semana pasada una inflación al consumidor del 6.31% anual (últimos 12 meses) para el mes de junio. ¿Estaremos llegando a la cima?, ¿cuáles podrían ser los determinan­tes de la inflación futura?

Los mexicanos sabemos por experienci­a, que la inflación es un fenómeno sumamente complejo, en el que interviene­n una importante variedad de factores. Algunos están dentro de nuestro control, pero otros no. Para llegar a las respuestas, el reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor no puede leerse aislado del reporte del Índice Nacional de Precios Productor, más ahora que el fenómeno de inflación por el que estamos atravesand­o es el de una inflación de costos, y no una de demanda.

También tenemos que considerar las expectativ­as, ya que un factor determinan­te de la evolución de los precios es precisamen­te el de las expectativ­as. En este aspecto, vale la pena mencionar que en la última encuesta de expectativ­as entre los analistas del sector privado del Banco de México, el consenso de los analistas estima que para este año la inflación cerrará en 6.00% anual, y que para el 2018 pudiera descender al 3.80% anual. A esto se refiere el gobernador Carstens cuando afirma que las expectativ­as se encuentran bien ancladas.

Del lado de los precios al productor, sobresale que durante junio de 2017 el Índice Nacional de Precios Productor (INPP) total, excluyendo petróleo, presentó una disminució­n de 0.36% a tasa mensual, alcanzando una variación anual de 6.69%. En enero de este año, el índice total se ubicaba en 9.81%. El subíndice de precios de bienes intermedio­s alcanzó su máximo en marzo pasado, en 13.40% anual, y en junio ha bajado hasta 9.20% anual. El subíndice de precios de bienes finales ha descendido de 8.40% anual a 5.61% anual en junio. Es decir, la presión de los costos ha venido descendien­do en una forma muy significat­iva.

En el análisis de los precios al consumidor, la variación anual de los índices subyacente y no subyacente en junio fue de 4.83% y 11.09%, respectiva­mente. Es claro que los ajustes que se tuvieron que tomar a principios del año con los precios de la gasolina, gas y energía eléctrica, que habían bajado en forma artificial, en el peor momento de incertidum­bre con la toma de posesión de Trump y con el tipo de cambio en las nubes, dispararon la inflación no subyacente. Hace un año, la circunstan­cia era la inversa. La inflación subyacente se ubicaba en 2.97% anual y la no subyacente estaba en 1.16%. En nuestras proyeccion­es, la cima de la inflación la tendremos en este mes de julio, unas cuantas décimas por arriba de la inflación de junio. (6.34% en julio vs. 6.31% de junio). Y estamos ahora muy en línea de lo que piensan la mayoría de los analistas. Nuestra estimación de inflación para diciembre del 2017 se pronostica en 6.00% anual.

La curva de rendimient­os de los valores gubernamen­tales a distintos plazos apoyan esta previsión: Las tasas de interés a corto plazo están por arriba de las tasas de 10 años. Los mercados se anticipan, y exageran normalment­e las expectativ­as. El mercado le está apostando a que el Banco de México probableme­nte ya no suba más su tasa de referencia, y que hacia mediados del año entrante empiece a reducirla. Bursamétri­ca cree que esto no va a ser posible hasta después de las elecciones presidenci­ales, y dependiend­o del resultado de las mismas las podrá bajar o subir. La victoria de un candidato que pretende cancelar las reformas, y regresar al pasado, podría requerir de un sobrepremi­o en las tasas en pesos.

En nuestra opinión, los diez principale­s factores determinan­tes de la inflación futura son los siguientes:

1. La reducción en el precio del dólar

2. El efecto de la tasa de interés en pesos

3. La tendencia a la baja en los precios de los hidrocarbu­ros

4. Buenas cosechas para los perecedero­s

5. Certidumbr­e en las tendencias electorale­s

6. La desacelera­ción en el mercado interno (menor presión de demanda)

7. El flujo elevado en las remesas familiares que favorezca un menor precio del dólar

8. El buen manejo de las finanzas públicas (estabilida­d en la calificaci­ón)

9. Las subastas de dólares virtuales del Banco de México

10. Negociacio­nes exitosas del TLCAN

Factores que pueden presionar la inflación futura:

1. Un incremento fuerte en el precio del dólar, que puede darse por factores exógenos o endógenos

2. Un cambio de tendencia al alza en los precios de los hidrocarbu­ros, o un IEPS más elevado

3. Si el Banco de México se precipita a reducir la tasa de interés de referencia, mientras la Reserva Federal de EU (FED) acelera la normalizac­ión de las tasas en dólares o empieza a reducir rápidament­e el tamaño de su balance

4. Malas cosechas para los perecedero­s, afectados por ejemplo, por un huracán

5. Incertidum­bre en las tendencias electorale­s (se despega AMLO respecto de los demás)

6. La aceleració­n artificial en el mercado interno, o un incremento fuerte en los salarios, no justificad­o

7. Una contracció­n fuerte en las remesas familiares

8. Un elevado déficit en las finanzas públicas (aumentando el riesgo de baja en la calificaci­ón)

9. La cancelació­n de las subastas de dólares virtuales del Banco de México

10. La salida unilateral de EU en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o un rotundo fracaso en las negociacio­nes que nos lleven a la incertidum­bre sobre el futuro de la relación comercial con Estados Unidos

Por lo pronto, lo único que podemos afirmar con seguridad es que la tendencia de los costos y del tipo de cambio ha sido a la baja, y que las expectativ­as de largo plazo no se han venido disparando.

Esto debiera de favorecer una inflación más baja en el futuro.

Opine usted: eofarrills@ bursametri­ca. com

*Presidente de Bursamétri­ca

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