UNA OFRENDA GIGANTE EN EL MUSEO CUEVAS
A los pies de La Giganta, tres veladoras encendidas y pétalos de flores blancas recuerdan la partida del pintor. La célebre escultura que José Luis Cuevas creó para su museo se convirtió en una monumental ofrenda a la memoria del recientemente fallecido artista, que aún estaba expuesta este domingo.
La pieza de 8 metros de alto, que de frente luce como mujer y por detrás tiene una estructura masculina, custodia el centro del patio del edificio del siglo XVI donde estuvo el Convento de Santa Inés, y recibe a los visitantes a la exposición conmemorativa del 25 aniversario del Museo José Luis Cuevas.
El pintor recordaba en entrevistas previas a la apertura del espacio, que Academia y Moneda era una esquina fascinante para él en su juventud, por la cercanía de La Esmeralda, la más antigua escuela de arte en México, y las prostitutas de la Plaza de la Soledad. Su museo se instaló allí y abrió sus puertas el 8 de julio de 1992.
Este templo estará dedicado a la obra de Cuevas y al acervo del recinto durante poco más de un mes. La curaduría de Javier Vázquez Juárez y Magdalena Zavala busca mostrar los diferentes procesos por los que el artista atravesó a lo largo de su trayectoria y las correspondencias formales de otros creadores latinoamericanos con su obra.
La Giganta recibe a los visitantes, pocos en la fría mañana dominical. En la sala Los Siameses se exhiben retratos del artista firmados por David Alfaro Siquieros (1982), Juan Soriano (1987), Raúl Anguiano (1989) o Vlady (1953), quien lo pinta con esmoquin y una sonrisa seductora.
Al centro hay una vitrina con recortes periodísticos sobre la apertura del museo, en los que se lee el titular que dio el artista al diario unomasuno: “Con mi natural modestia puedo decir que el Museo José Luis Cuevas es asombroso”.
La Sala Erótica, de exhibición permanente, se integra a la muestra conmemorativa con una selección de dibujos de distintas épocas, en las que los genitales son protagonistas. “Estaba obsesionado con las vaginas, ¿no?”, comenta una visitante. Momentos después, el propio Cuevas, en el video de la sala, se refiere al tema. El pintor aparece recostado sobre una cama de latón; de fondo, Carmina Burana musicaliza sus comentarios. Cuenta el artista que la Sala Erótica reúne sus obsesiones, tanto en la pintura como respecto a las mujeres. Afirma que entre 1981 y 1982 realizó obras en las que, con frecuencia, estaba más presente el amante que el artista. “Muchas fueron realizadas en los lugares de los hechos”, refiere respecto a los burdeles y cuartos de hotel que dibujó.
La muestra exhibe obra del artista de prácticamente toda su carrera. La selección de litografía y dibujo que se exhibe en la planta alta abarca de 1947 a 2003. La muestra incluye además piezas de Gabriel Macotela, Arnaldo Coen, Alejandro Aróstegui, Manuel Felguérez, Carlos Mérida, Rafael Cauduro, Carlos Colombino, César Menéndez, Sergio Hernández, Jazzamoart e Ignacio Iturria.
Rosario Reyes