El Financiero

DONDE TODO SUCEDE

DE MÉXICO SE ACERCA A SU 80 ANIVERSARI­O. EN EL SALÓN LOS ÁNGELES LA CAPITAL SE HA REUNIDO CON TODOS SUS ROSTROS; NADA HA QUEDADO FUERA DE ESE AMBIENTE EN EL QUE LA VIDA ES LA GRAN FESTEJADA

- POR ROSARIO REYES / FOTOS: NICOLÁS TAVIRA

DE CÓMO EL BAILE AUMENTÓ LA POBLACIÓN

Una placa da fe del acontecimi­ento: “El Salón Los Ángeles abrió el 30 de julio de 1937”. Entonces, el sitio estaba en los márgenes de la Ciudad de México, y un bailarín firmó su libro de visitas con un mensaje en el que confiaba en que ayudaría a poblar la zona. Y así fue. El salón fue poco a poco rodeado por el barrio de Los Ángeles, la colonia Guerrero y Tepito.

HISTORIA DE FAMILIA

Miguel Nieto, el fundador de la familia propietari­a del salón durante tres generacion­es, compró la casa donde nació su esposa, Acela Hernández, para abrir una

bodega. Cuando ese negocio terminó, se unió a una nueva forma de diversión que surgió junto con el cinematógr­afo: el salón de baile. Hoy tiene 150 mesas para 600 personas y una pista de mil 300 metros cuadrados, con aforo hasta para 3 mil parejas.

ERROR GEOGRÁFICO

“Quien no conoce Los Ángeles no conoce México”. Esta frase fue acuñada por el fundador del salón. Se refería a la ciudad estadounid­ense donde se concentra la mayor cantidad de mexicanos. Con el tiempo el salón la hizo suya. Miguel Nieto, quien junto con su hermana Ángeles está a cargo del lugar actualment­e, confirma ese lema. “Este lugar es de identidad; un negocio social que en términos económicos es pésimo, por eso a partir de este año vamos a buscar nuevas fórmulas para sobrevivir. Con un fideicomis­o que tenga una participac­ión de los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada se puede lograr que algunos programas oficiales se desarrolle­n aquí, sin abandonar los días destinados al baile fino de salón”.

EL MACA LA CACHIMBA

A la entrada del salón, en el costado izquierdo, que se conserva prácticame­nte intacto desde la década de 1940, un altar rinde homenaje a Dámaso Pérez Prado; su figura, al centro, está rodeada de luces de colores. El músico que llegó a México en 1949 se presentaba habitualme­nte en el Salón Los Ángeles, donde creó el ritmo que lo inmortaliz­aría. Gracias a Pérez Prado, el lugar fue conocido como la catedral del mambo.

FAVOR DE NO TIRAR LAS COLILLAS AL PISO PORQUE LAS DAMAS SE QUEMAN LOS PIES

Este letrero existía, aunque no en Los Ángeles, sino en el Salón México. Pero la precaución era válida para los dos sitios. No era que las mujeres bailaran descalzas, sino que en los años 40 se usaban zapatos muy escotados y las mujeres usaban

medias, que eran muy escasas, porque la seda y el nylon eran muy caros. La costumbre de llegar al sitio con calzado cómodo y dejarlo en el guardarrop­a aún existe, y en la pista, todas llevan zapatillas.

PELADOS Y PACHUCOS

Mario Moreno fue monaguillo en la parroquia del barrio. Ya convertido en

Cantinflas fue uno de los asiduos bailadores del lugar, igual que su amigo Adalberto Martínezre­sortes. Ambos brindaron al atuendo masculino de los bailadores detalles que aún se conservan, como los zapatos bicolor y los pantalones de pinzas.

LOS ABUELOS

Pedro y María Elena tienen la edad del Los Ángeles. Los Abuelos, como se les conoce, aún encabezan las rutinas al pie del escenario; sólo los buenos bailadores se colocan en esa zona, cerca de la orquesta. Campeones nacionales de baile han dedicado su vida a danzar y amarse. Tuvieron 13 hijos –sobreviven 10-, 40 nietos, 20 bisnietos y 18 tataraniet­os.

EL BORREGO CON CACHÉ

Gerardo El Borrego Hernández es maestro de baile desde hace 24 años. Tiene 70 y parece dos décadas menor. “El baile rejuvenece”, dice. Aunque creció en la colonia, vive en Coacalco, pero no falla a sus alumnos cada lunes y martes por la tarde, a quienes instruye por una cuota voluntaria que va de los 20 a los 100 pesos. Fue mesero del salón, al que le tiene especial cariño porque ahí conoció a su esposa. Además, se conserva como el único con una buena pista. “Bailar en duela es otro caché”, presume.

RUMBA CON LENTES

El tercero de la dinastía Nieto ha estado a cargo del salón desde los 70. Su compadre, Froylán López Narváez, acuñó en 1974 la frase “la rumba es cultura”. Miguel Nieto cuenta que los intelectua­les han acudido siempre al salón. “En la película Una gallega

baila mambo (1951), dos damas del público tradiciona­l mencionan que hay un par de señoras -Silvia Pinal y Niní Marshall- a las que no reconocen y una le dice a la otra: ’lo que pasa que ya se puso de moda’. Y en efecto lo estuvo en el 51 y después en los 60, en los 80, en el 2000 y esperamos que se recupere”.

BAILAR CON DESCONOCID­OS, PERO BAILAR BIEN

Durante sus 30 años de servicio en oficinas de gobierno, Kimi pidió a sus jefes una tarde libre. Religiosam­ente, cada semana iba a Los Ángeles a bailar. Ahora está jubilada y dispone libremente de su tiempo. “Para mí bailar es una terapia. Este ambiente es muy agradable, puedes venir sola y siempre te van a sacar a bailar, sin que se pasen; los señores son muy respetuoso­s, a veces ni siquiera sé sus nombres. Me fijo sólo en un detalle, que usen tacón cubano. Esos son los que bailan bien, no se puede bailar con zapatos de goma”.

 ??  ?? / / /
/ / /
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico