MANO DURA
Los recursos económicos con los que cuenta Ángel María Villar -presidente de la Real Federación Española de Futbol-, su hijo ,Gorka, y Juan Padrón –vicepresidente de asuntos económicos del organismo- fueron argumentos suficientes para que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, les decretara prisión provisional sin fianza.
Pedraz les restringió esa opción porque consideró que hay riesgo de fuga de los tres acusados por administración desleal, malversación de fondos, corrupción y falsificación de documentos.
Al cuarto detenido, Ramón Hernández, secretario de la Federación regional de futbol de Tenerife, sí se le fijó una fianza de 100 mil euros.
Villar, también vicepresidente de la FIFA y la UEFA, fue señalado de malversar fondos públicos y privados recibidos por la Federación desde
2009. La corte informó que Peraz lo acusó de aprovechar su posición de poder para la contratación y pago de personal, además de favorecer económicamente a su hijo, quien se desempeña como abogado con especialidad en derecho deportivo.
“Concedió beneficios a algunos de los presidentes de las Federaciones regionales en cuyo ámbito no tenía asegurado el apoyo, disponiendo del patrimonio ajeno que administra”, describió el juez, sobre el mecanismo que utilizaba Ángel María para asegurar los votos en la elección del presidente de la Federación nacional.
La policía española ratificó la acusación sobre el mayor de los Villar, de que organizó partidos de la Selección de España en beneficio de su hijo, mediante operaciones de negocio externas.
Según el juez, Villar también otorgó salarios altos a algunos directivos para retribuir su amistad. Uno