Pirámides
Una de las pocas noticias buenas que recibió el país en las últimas semanas, fue su ascenso entre las naciones más visitadas del mundo. Sin duda, las pirámides son uno de los atractivos que influyen en la decisión de reservar un viaje a México. Cualquier pirámide simboliza la herencia cultural de nuestra nación, y de paso, reserva algunas metáforas sobre sus comportamientos de mayor arraigo.
Porque, viéndolo con detenimiento, México está lleno de pirámides. Estructuras de base ancha que terminan en punta o en una base, donde la mayoría abajo da soporte a los pocos que se encuentran arriba. Nada de malo tendría vivir en un enorme triángulo si las posibilidades de subir estuvieran basadas en las capacidades. De esa forma, quien trabajara lo suficiente, ascendería los peldaños necesarios para ubicarse en un lugar con mejor vista.
Sin embargo, esos monumentos no parecen funcionar así. Escalar esas pirámides requiere otras habilidades. Primero, estar bien conectado con los pisos superiores. Sólo de esa manera puede explicarse que, justo al inicio del periodo vacacional, una obra hecha precisamente para los turistas registre un socavón cuyo origen es el capitalismo de cuates en su máxima expresión y deje a su paso el fallecimiento de dos personas que se dirigían a trabajar honestamente.
En menos de un día, la prensa refiere el perfil de los presuntos responsables de que la obra se hiciera bien: el hermano de un exgobernador (acusado de desvío de recursos, luego exonerado) y un heredero de unas academias para aprender inglés, de quien en días posteriores se sabrá que no es la primera obra que no vigila como se debe, pero que gracias a sus contactos siguió en esa tarea.
La ironía adicional es que, en un país que forma tan buenos ingenieros y cuenta con muchas constructoras eficientes, esta obra se le entregó a una que aparentemente es mejor en el tejido de redes que en la edificación de puentes.
Justifica el titular de la SCT que los nombramientos fueron a insistencia del gobernador de Morelos y éste lo niega de inmediato. La acción de emergencia es suspender a los funcionarios de menor rango mientras regresa la calma.
En el fondo, lo que existe es la resistencia de perder privilegios arriba, por eso se han construido pirámides de corrupción e impunidad por todos lados. Recomiendo visitar las históricas, y como sociedad, empezar a achatar las que no nos dejan prosperar.