Obstáculos para el crecimiento económico de México
Uno de los temas que más me llamaron la atención de la pasada Encuesta de Expectativas Económicas del Banco de México, fue el cambio en la opinión de los especialistas respecto de los factores que pueden obstaculizar el crecimiento económico. Al inicio del año los factores estaban más relacionados con eventos externos y ahora se refieren, en general, a factores internos.
En la encuesta de enero se mencionaban como los principales obstáculos: la inestabilidad política internacional, la debilidad del mercado externo, la inestabilidad financiera internacional, la inestabilidad cambiaría y la contracción de oferta de recursos del exterior. Por el contrario, en la encuesta del mes de julio se mencionaron: la plataforma de producción petrolera, los problemas de seguridad pública, la inestabilidad política interna, la debilidad del mercado externo y las presiones inflacionarias del país.
La pregunta que tendríamos que hacernos es si esos factores ponen en riesgo el crecimiento esperado para los dos últimos años del sexenio, que es de 2.1%. A mi me parece que no, que ya están contemplados en ese pronóstico, pero si no se atienden, particularmente los tres primeros, seguirán limitando el crecimiento económico de México en el futuro.
Respecto de la plataforma de producto petrolera muy poco se puede hacer en el corto plazo. La información de Pemex Exploración y Producción que señala que la extracción fue en promedio 1,999 mil barriles por día en la primera quincena de julio y la incorporación en la propuesta Presupuesto de Egresos para el 2018 de un objetivo de 1,947 mbd, una disminución significativa respecto de lo obtenido en el primer año del sexenio (2,527 mbd), lo ratifica como un problema. Con la reforma energética ya se ha actuado para atacar las causas de fondo pero en el corto plazo y dado que se privilegiara el mantenimiento de un superávit primario en finanzas públicas, que es un año electoral y que ha resultado muy difícil reducir el gasto corriente, habrá que esperar un efecto en la inversión pública.
Respecto de los problemas de seguridad pública, en mayo y y junio se alcanzaron las cifras más altas de homicidios de los últimos 20 años de acuerdo a información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En el corto plazo la seguridad va a seguir siendo un problema para el crecimiento económico; no obstante y aunque estemos a poco tiempo de terminar el sexenio, se ve necesario volver a las mesas de trabajo para repensar las estrategias seguidas, de forma que este tema no siga siendo un obstáculo para el crecimiento económico de México en el mediano plazo.
La inestabilidad política interna se ha exacerbado en el 2017 ante la dificultad de tener en México elecciones en las que se respeten las reglas, la impunidad de los que las violan y las críticas al árbitro electoral. Poco se puede hacer en el corto plazo dado que el proceso esta por arrancar. En el mediano plazo me parece que las recomendaciones de Integralia y otros investigadores deberían ser estudiadas, en particular: Hacer efectivo el voto obligatorio, contar con una segunda vuelta electoral, centralizar el sistema electoral para hacerlo más eficiente y hacer más efectivos los mecanismos de fiscalización de las campañas electorales.
Los dos últimos obstáculos mencionados por los especialistas no me parece que vayan a materializarse. Respecto de la debilidad del mercado externo, dos números parecen mitigar el riesgo, en el periodo enero-mayo las exportaciones tuvieron un crecimiento de 9.0%, muy superior al registrado en los últimos años, y el crecimiento esperado para Estados Unidos no ha sufrido grandes cambios, 2.2% para el 2017 y 2.4% para el 2018. Por lo que respecta a las presiones inflacionarias del país, la disminución en el crecimiento del Índice Nacional de Precios al Productor refleja que las presiones que se observaban a finales del año pasado y el inicio del 2018 ya no están presentes con la misma fuerza.