Manejo de crisis 101
El pasado 12 de julio murieron dos personas en el accidente provocado por el socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca. Han pasado tres semanas desde este grave incidente, y sin embargo la SCT sigue profundizando su propio socavón. El manejo de la crisis no puede ser peor. Si hubiesen seguido un manual, el más básico, habrían actuado de manera más diligente y certera.
En todas las crisis públicas, y esta no es la excepción, al inicio hay un enorme vacío de información sobre qué ocurrió y porqué. Ante la falta de evidencia, una de las reglas de oro del manejo de crisis es decir la verdad. Sólo así se tendrá la confianza del público, con lo cual se podrá explicar y revertir la situación conforme se recaban datos e información.
En este sentido, la SCT está reprobada. Nos hemos ido enterando de casi todo vía declaraciones de vecinos y autoridaes locales, o de los importantes hallazgos de periodistas como Salvador Camarena, o vía contratos u oficios que se han filtrado en los medios. En concreto, no ha sido la SCT la vía para conocer a fondo qué sucedió con la construcción en ese fatídico kilómetro 93.
Otro grave error en el manejo de una crisis es actuar de acuerdo a su gravedad; una acción desproporcionada podría agravar la situación que pudo controlarse. Por lo contrario, subestimar una crisis hace que los actores actúen con menos eficacia, con desidia o desinterés, lo que a su vez afecta su pronta solución, y casi siempre la agudiza. ¡Justo eso ha sucedido aquí!
El socavón no sólo causó la muerte de dos personas, se ha convertido en el ejemplo y la caricatura del hoyo de la corrupción y la irresponsablidiad en la SCT: las empresas constructuras, las empresas supervisoras, los oficios no contestados, las contradicciones y acusaciones, todo es resultado del pésimo manejo de la siutación. Pero el secretario ahí permance, y nadie en su sano juicio confiará en la eventual solución en tanto dicho trabajo esté en sus manos.