El Financiero

Socavón: las historias del drenaje

- SALVADOR CAMARENA

En el proyecto inicial del Paso Express, en los casi quince kilómetros que comprende esa carretera, se habla de realizar obras en sólo seis drenajes.

La ubicación de esas obras en drenaje son: Km 83+100, Km 83+160, Km 84+472, Km 87+134, Km 87+173 y Km 91+918.

No aparece obra en drenaje alguno más allá del kilómetro 92, es decir no se marca que sea necesario hacer obra (nueva o ampliación) en el drenaje involucrad­o en el socavón, ocurrido en las inmediacio­nes del kilómetro 93+600.

Según el proyecto inicial, en las dos juntas de aclaracion­es, no se modificó el número de obras en los drenajes: sólo son las seis ya mencionada­s.

Pasada la tragedia del 12 de julio donde murieron dos personas, y sólo por si hiciera falta mencionarl­o, se conocieron testimonio­s de pobladores que hablan de que en el punto del socavón hay un drenaje hace décadas.

Por ejemplo, esto publicó El Sol de Cuernavaca: “Leticia Díaz, vecina del andador Mitre, ubicado al costado de la Barranca del Santo Cristo en Chipitlán, dijo que el drenaje fue construido desde hace más de 50 años, y sirve a más de 200 casas de tres colonias de la zona, a través de la Autopista México Acapulco, a la altura del kilómetro 93, justo donde apareció el socavón”. (http:// bit.ly/2ux1gjv)

¿Cómo es que el proyecto original no incluyó una obra en el drenaje que llevaba cinco décadas? ¿Quién es el responsabl­e de no haberlo detectado? De hecho, una fuente consultada al respecto dijo que para alguien familiariz­ado en la construcci­ón resulta evidente que seis drenajes son muy pocos en un tramo de esa longitud, en ese tipo de terreno y en medio de asentamien­tos humanos. “Si me dijeras seis en el desierto de Chihuahua en una de esas te la paso”, agregó la fuente.

Otra fuente apunta que esos seis drenajes, proyectado­s originalme­nte por la empresa ORVA Ingeniería, tenían un costo de diez millones de pesos. Pero al final se trató de 19 drenajes, cuyo costo global habría rebasado, según esta fuente, los 200 millones de pesos.

De nuevo: cómo se justifica que en un lugar donde ya había una autopista, quizá la más famosa de México (sí presidente Peña, más famosa que la que va a Toluca, sorry) se pasara de proyectar 6 drenajes a tener que hacer más del triple. Misterios del drenaje. La empresa que proyectó el aumento de las obras del drenaje fue SACC Ingeniería.

El lunes supimos por el diario Reforma que los constructo­res del Paso Express habían cuestionad­o, formalment­e, qué hacer con el drenaje ubicado en el lugar en que ocurriría el socavón. ¿Qué hizo la SCT con esa advertenci­a? Ese es otro misterio del drenaje.

Hoy lo único que cabe esperar es que el peritaje que varios organismos están realizando sea uno digno del compromiso formulado por la Secretaría de Comunicaci­ones y Transporte­s (SCT): que sea profesiona­l e independie­nte. De hecho no es mala cosa que al menos dos de los peritos –Luis Robledo y Oscar Vega– hayan renunciado a formar parte del equipo que investiga el socavón debido a conflicto de interés, pues laboran para la SCT en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Un tercer perito se retiró aduciendo exceso de carga de trabajo.

Los misterios del drenaje en el Paso Express deben ser aclarados totalmente por un peritaje que deslinde responsabi­lidades de los entes privados, y de las autoridade­s municipale­s, estatales y federales, incluyendo Caminos y Puentes Federales, responsabl­e del mantenimie­nto de la autopista.

Porque la historia del drenaje del Paso Express no aguanta más porquería.

Esta columna reaparecer­á el martes próximo.

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