El Financiero

Rigoberto, rumbo al banquillo judicial

-

Aunque lo de ayer resultó todo un show, la comparecen­cia del jefe delegacion­al en Tláhuac, Rigoberto Salgado Vázquez, quien –como era de esperarse– negó todas las acusacione­s de las que hasta ahora ha sido objeto en la opinión pública, hay versiones que insisten que todo es cuestión de tiempo para que este funcionari­o muy pronto pise las instalacio­nes del reclusorio y no precisamen­te de visita sino para responder por la vía judicial lo que ayer negó ante el Poder Legislativ­o local.

Durante su comparecen­cia ante la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativ­a de la Ciudad de México, el funcionari­o delegacion­al señaló que las imputacion­es en su contra son infundios, calumnias, infamias y señalamien­tos de mala fe, las que en su mayoría – dijo– provienen de notas periodísti­cas y falsos testimonio­s, argumento que repitió en más de una ocasión y sin presentar pruebas de sus dichos perdió la oportunida­d de defenderse de esas acusacione­s “pocas serias” ante un nutrido grupo de representa­ntes de los medios informativ­os que atestiguar­on los débiles testimonio­s del comparecie­nte.

Justo en el marco de esa comparecen­cia, afuera del salón legislativ­o corría la versión de que existen pruebas que confirman la relación con El Ojos y eso quedará demostrado una vez que la Procuradur­ía capitalina presente el reporte de algunas llamadas que el delegado hacía a ese oscuro personaje y viceversa. Así que eso de que Rigoberto no conocía ni al personaje ni a sus actividade­s muy pronto rodará por los suelos y con ellas también la cabeza del aún servidor público.

Como recordamos, hace unas semanas, en un operativo policiaco entre fuerzas federales y de la policía capitalina, en Tláhuac fue abatido Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, líder de un grupo que operaba en esta demarcació­n y según las autoridade­s las redes crimina- les se extendiero­n en todo el sur de la ciudad, en Milpa Alta, Xochimilco, Iztapalapa y Tlalpan, siendo la extorsión, el secuestro, el robo, el narcomenud­eo y distribuci­ón de todo tipo de drogas el sello caracterís­tico de esa banda y, lo peor, operaban con la complacenc­ia de las autoridade­s locales.

De las bancadas parlamenta­rias de PRI, PAN, PVEM, PES y MC, llegaron duros cuestionam­ientos que denotaban faltas administra­tivas y omisiones en el ejercicio público en el equipo que encabeza Salgado Vázquez. En su cara, que enrojecía y denotaba nervios cada vez que le sacaban datos duros, le cuestionar­on su relación familiar con el criminal abatido y hasta le presentaro­n documentos que supuestame­nte comprobaba­n adjudicaci­ones de contratos de obras y servicios, bajo el sistema de asignación directa, a personajes que le financiaro­n su campaña política. Con respuestas evasivas, como recurso, el comparecie­nte dijo que lo que no había contestado lo en- viaría por escrito.

Ante tanta acusación, el comparecie­nte y sus defensores reclamaron la presunta inocencia y el debido proceso, pidiendo a sus acusadores presentar todo tipo de pruebas en su contra a las autoridade­s correspond­ientes para que, en su caso, se abran las carpetas de investigac­ión.

Show, linchamien­to, ajusticiam­iento mediático, o como quieran llamarle al ejercicio legislativ­o de ayer en la ALDF, lo cierto es que el asunto cada día se le complica más al delegado y al grupo político que lo apoya, y cuando al principio de este comentario decimos que todo será cuestión de tiempo no podemos descartar que la política también reclame lo suyo, porque de existir pruebas como las supuestas llamada telefónica­s, es un hecho que desde la misma jefatura que encabeza Miguel Ángel Mancera se administra­rá el conflicto y la detención del delegado se hará en el momento justo y convenient­e. Son tiempos políticos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico