Advierten un mayor uso de tasas negativas en la recesión
La posibilidad que la economía se contraiga sigue latente
Inversionistas y analistas están redoblando sus advertencias de que con costos de endeudamiento globales ya tan bajos, los bancos centrales necesitarán estar preparados para reducir las tasas de interés al fondo del territorio negativo en la próxima crisis económica. El mensaje está cobrando urgencia a medida que crece la ansiedad de que Estados Unidos se está acercando al final de su actual ciclo de expansión económica.
“No creo que a los bancos centrales les gustaría volver a las tasas negativas una vez que salgan de ahí, pero la realidad es que podrían tener que hacerlo durante la próxima recesión”, dijo Iain Stealey, jefe de estrategias agregadas globales en Jpmorgan Asset Management en Londres, en una entrevista con Bloomberg TV ayer.
El valor de mercado de los bonos de rendimiento negativo del mundo ha aumentado 1.7 billones de dólares en el último mes a 8.6 billones en medio de datos de inflación más lentos de lo previsto y conforme los inversionistas acumularon valores más seguros en medio de crecientes percepciones de riesgo geopolítico. Eso ha ocurrido incluso después de que los funcionarios de la Reserva Federal comenzaron a elevar su tasa de préstamos de referencia y dijeron que comenzarían a eliminar su balance de 4,5 billones
“relativamente pronto”.
En 2014, varios bancos centrales en Europa redujeron sus tasas por debajo de cero, seguidos por Japón en 2016, en un intento por alentar inversiones más arriesgadas y apuntalar el crédito. Las prolongadas bajas tasas de interés mundiales están estimulando un renovado debate sobre la eficacia de cobrar a los ahorristas para mantener sus ahorros. En algún momento, los consumidores se rebelarán contra la idea de perder dinero en depósitos bancarios y moverán una mayor parte de sus activos a apuestas en efectivo. Las bajas tasas de interés tan tarde en un ciclo económico no tienen precedentes.
Las tasas de interés negativas han aflojado las condiciones financieras sin mayores efectos secundarios sobre los bancos, pero se necesita más análisis, escribió el FMI en un informe publicado este mes.
BLOOMBERG