PARTEAGUAS
Más allá del peso cultural de cada generación ¿podemos ver a los hipsters en esta década como a los grunch en los noventa o los hippies durante los sesenta? ¿Qué va a sustituirlos?
Si la perspectiva de Bank of America Merrill Lynch (BOFAML) es correcta, posiblemente la corriente hipster se convierta en una última tendencia global casi generalizada. Nos aproximamos como gente al aislamiento social, y sin interacciones, no es fácil transmitir una moda.
¿Qué motiva tal fenómeno? La realidad virtual o la realidad aumentada.
Abra la aplicación de Snapchat en su teléfono. Con ésta funcionando, use uno de los filtros para poner sobre su rostro un bigote inexistente o la imagen de unas flores sobre su cabeza. Listo, usted está usando la realidad aumentada.
La realidad virtual es diferente. Es un mundo ajeno al que consideramos real, generado por una computadora, como uno mediante el cual con un casco que contenía una pantalla, la petrolera anglolandesa Shell mostró a cada visitante que se lo montó sobre la sien, el viaje de la gasolina adentro de un motor durante una reciente feria de gasolineras en el país en el Centro Bancomer Santa Fe, en la Ciudad de México.
Hoy, esta nueva tecnología nos ha cumplido a medias. Lo más sorprendente que ha conseguido cualquiera de estas dos modalidades de realidad alternativa es el juego de Pókemon Go, que provocó que la gente saliera a las calles a buscar monstruos imaginarios.
Pero esa insatisfacción con esa ola que se aproxima está a punto de acabar.
“Vemos el punto de inflexión ocurriendo en 2019 o 2020”, advierte el estudio: “Future Reality: Virtual, Augmented & Mixed Reality (VR, AR & MR) Primer” del citado banco estadounidense.
“También identificamos más riesgos de largo plazo en torno a impactos psicológicos y neurológicos, aislamiento social, visión limitada, privacidad y ciber seguridad”, advierte.
La hipótesis de BOFAML se basa en el próximo disparo de la oferta de esta innovación, que ocurrirá en un par de años, cuando espera cambios acelerados.
“Software más inteligente, contenido más poderoso, larga vida de las baterías y más capacidad en los celulares”. Silicon Valley está en eso, advierte la institución financiera.
Empresas de capital de riesgo apostaron unos 2 mil millones de dólares durante 12 meses contados hasta septiembre de 2016 con el propósito de generar tecnología de VR y AR, realidad virtual y realidad alternativa.
La ola que percibe el banco ayudará a educar mejor a las personas que tendrán acceso a información precisa sobre el funcionamiento interno del corazón humano, por ejemplo, o de la turbina de un avión.
Pero la gente se volcará hacia la oferta de entretenimiento de esta tecnología de realidad virtual, realidad aumentada y la realidad mixta, a la que se podrá tener acceso a través de un smartphone y unos lentes, al punto de que tomará dos tercios del tiempo que hoy dedicamos a divertirnos y la mitad del dinero que gastamos en nuestro esparcimiento.
La imagen de un individuo sentado usando un HMD o “head mounted device”, será tan o más común que la de los niños que observamos en los restaurantes distraídos con un ipad.
México podría subirse a esta tendencia mediante la generación de contenido compatible o de software que lo haga accesible.
No obstante sobre ese futuro flota una nube de pesimismo acerca de cómo podría acentuarse nuestro individualismo y la pérdida de empatía. Aunque, por supuesto, es factible que el área de análisis sobre tecnología de BOFAML simplemente se equivoque en sus predicciones.