CON TODO RESPETO...
¿Aguantará el PAN?
El presidente del PAN, Ricardo Anaya, inaugurará el jueves la reunión plenaria de los senadores que coordina Fernando Herrera Ávila, para definir la agenda de los próximos tres meses, los cuales serán decisivos. Después, muchos senadores emprenderán el vuelo en busca de otro presupuesto público.
Herrera Ávila ha tenido la habilidad de mantener unido al conflictivo grupo de 38 senadores panistas. No ha sido una tarea fácil, pues los adversarios de Ricardo Anaya y Gustavo Madero han intentado convertir el Senado en una especie de “territorio libre” de la influencia del CEN blanquiazul.
En el anterior periodo de sesiones, la unidad de los panistas les permitió mantener firme su demanda de independencia para el Fiscal Anticorrupción. Bastaban unos cuantos votos azules para que el PRI nombrara a quien quisiera, con lo cual el Sistema Nacional Anticorrupción estaría completo, pero con un fiscal sin atribuciones.
El nombramiento del Fiscal Anticorrupción es un pendiente que, indudablemente, figurará en la agenda panista. Asimismo, el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de México, en sustitución de Agustín Carstens, en noviembre, los 18 magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, consejeros de Pemex y CFE, un vocal del IPAB, entre otros.
Pero los próximos tres meses son decisivos, no sólo por los nombramientos, sino porque será muy difícil que en 2018, en plena campaña por la Presidencia de la República y con un buen número de senadores suplentes recién llegados, salgan reformas tan complejas como la Ley de Seguridad Interior, Mando Mixto u Obras Públicas y Adquisiciones.
Además, es natural que las pasiones políticas regresen al grupo parlamentario del PAN, donde hay de todo: margaritos, morenovallistas, anayistas, y dos precandidatos presidenciales, Ernesto Ruffo Appel y Juan Carlos Romero Hicks, con sus propios grupos internos. El tiempo nos dirá si tuvieron o no la estatura para privilegiar su agenda legislativa.
SIEMPRE CONTRADICTORIAS
Si bien las cifras de violencia contra las mujeres son todavía muy altas, ya que más de la mitad (66.1%) de la población de 15 años o más ha sufrido en su vida un acto de este tipo, la encuesta del INEGI, sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, nos da esperanzas de cambio, no para saltar de gusto, pero sí para esbozar una sonrisa, aunque inmediatamente después se desvanezca.
El 87.3% de las mujeres está de acuerdo en que los hombres deben encargarse, al igual que ellas, de las tareas de la casa, de cuidar a los niños y a las personas enfermas y ancianas.
Brincamos de gusto y pensamos: ojalá esta cifra permita que quienes principalmente educan a los machos, de verdad metan a sus hijos en una dinámica diferente.
Pero, en otro dato volvemos a la cruda realidad: casi la mitad (47.6%) opina que las mujeres que trabajan descuidan a sus hijas e hijos.
Y para seguir en su papel de mártires contradictorias, el 69.6% opina que las mujeres deben ser igual de responsables que los hombres en traer dinero a la casa. La pregunta es: ¿si consideran que descuidan a los hijos trabajando, cómo van a traer el dinero a casa?
Otro dato de nuestra idiosincrasia es que sólo el 8.8 por ciento de las mujeres que sufrieron violencia física o sexual por parte de su pareja denunció el hecho. Es decir, ¡9 de cada diez mujeres no lo hicieron! Y sólo 5.6 por ciento solicitó apoyo y denunció. Entre las razones principales se encuentra que consideró que se trató de algo sin importancia, 28.8%; 19.8 no lo hizo por miedo a las consecuencias, y 17.3%, por vergüenza. Las mujeres siguen sintiéndose culpables cuando las atacan, lo cual es terrible.