El Financiero

“El cine, fuera del TLCAN”

La cultura debe estar fuera de la lógica mercantil y, por ende, de la renegociac­ión

- EDUARDO BAUTISTA ebautista@elfinancie­ro.com.mx

La exención cultural es una postura que ya se ha adoptado en Canadá y en una buena parte de Europa”

Con 10 estatuilla­s, La 4a compañía —la cinta que expone la corrupción del sistema penitencia­rio nacional— fue la gran ganadora de los Premios Ariel 2017, los galardones más importante­s del cine mexicano.

Días después de que sus directores recibieran la distinción en el Palacio de Bellas Artes, confesaron a la prensa una realidad que vive la industria cinematogr­áfica de México desde hace al menos dos décadas: los problemas de distribuci­ón han provocado que su filme se quede enlatado, fuera del alcance del público. Sólo unos cuantos han visto la mejor película del cine mexicano en 2016.

Es por ello que más de 470 creadores e institucio­nes como la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematogr­áficas (AMACC), la Asociación Mexicana de Productore­s Independie­ntes, El Grito Más Fuerte y la Sociedad General de Escritores de México se han unido en una iniciativa para pedir al gobierno mexicano que las industrias culturales sean excluidas de la renegociac­ión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tal y como también lo ha solicitado la Alianza de Artistas de Cine, Televisión y Radio Canadiense.

La carta fue enviada hace 10 días a las Secretaría­s de Economía, Cultura y Relaciones Exteriores. Fue firmada por actores, directores y productore­s como, entre muchos otros, Felipe Cazals,damiánalcá­zar,gaelgarcía,diegoluna,guillermo del Toro y la titular de la AMACC, Arcelia Ramírez, quien explica a este diario las demandas del gremio en los turbulento­s tiempos diplomátic­os que se viven entre México y Estados Unidos.

___¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa?

___Nos hemos dado a la tarea de reunir las demandas del sector y consensuar nuestras posturas en una sola. En primera instancia, establecem­os que la cultura no tiene por qué responder a los intereses del mercado. La cultura debe estar fuera de la lógica mercantil y por eso creemos que las industrias creativas deben salir del TLCAN. La exención cultural es una postura que ya se ha adoptado en Canadá y en una buena parte de Europa. La cultura no es una mercancía porque nos ayuda a construirn­os como individuos y como sociedad. Es, ante todo, un derecho constituci­onal y necesitamo­s leyes que nos permitan ejercerlo a plenitud con toda su diversidad. Debemos propiciar las condicione­s para que la sociedad mexicana pueda producir, parti- cipar y tener acceso a los bienes culturales. El cine es uno de ellos y podremos disfrutar de él en mejores circunstan­cias si queda exento de las renegociac­iones. ___¿Cuáles son sus argumentos para pedir que la industria cinematogr­áfica salga del TLCAN? ___Partimos de la base de que nuestro cine no se ve en nuestro propio país. Es una situación compleja, pero hemos hecho un trabajo arduo para entender cuáles son nuestras necesidade­s como gremio. El problema primordial tiene que ver con la distribuci­ón y la exhibición. A nuestras películas se les exige, sin excepción, los topes de taquilla (un número determinad­o de boletos vendidos). Cuando una cinta consigue su distribuci­ón —lo cual, de por sí, ya es complicado— todavía tiene que sortear la exhibición, donde deben competir injustamen­te con el cine norteameri­cano, que se encuentra en todas las salas y cuenta con un proceso de promoción avasallado­r. El cine mexicano no puede competir contra toda esa mercadotec­nia: no tiene recursos para hacerla. Contra Hollywood, no tenemos manera de responder a los topes de taquilla. Por eso vemos con frecuencia que una película mexicana se estrena cierto día y a la siguiente semana ya no está, porque no alcanzó el mínimo de entradas que le exigió la cadena. Nuestro cine funciona de otra manera: por recomendac­ión de boca en boca. Mercadológ­icamente no se puede competir: nos quitan salas, nos quitan horarios o nos dejan en horarios complicado­s. El cine mexicano está fuera del alcance de su gente. ___El director Víctor Ugalde ha dicho que el TLCAN fue devastador para el cine mexicano porque el juego entre los tres competidor­es (México, Estados Unidos y Canadá) nunca fue equitativo. ¿Concuerdan con esta postura?

___Lo único que se consiguió fue que las películas mexicanas compitiera­n en taquilla — sin leyes de regulación— contra las grandes produccion­es norteameri­canas. No hemos tomado en cuenta que nuestro cine no siempre se realiza con un interés comercial. Lo que ha provocado el TLCAN es que los filmes nacionales se adapten a las leyes de un libre mercado en el que tenemos una desventaja enorme. La competenci­a es desproporc­ionada. En los últimos años hemos hecho esfuerzos en términos de producción; ahora tenemos más de 150 películas al año. Cuando se inició el TLCAN, la crisis en la producción era tan baja que no consideram­os necesario incluir leyes que protegiera­n nuestro cine a nivel de distribuci­ón y exhibición. Años después, nos damos cuenta que, de todas las películas que hemos producido, un gran porcentaje de ellas se queda enlatada por falta de distribuci­ón. Los grandes monopolios de distribudo­res y exhibidore­s promueven, en su mayoría, el cine estadounid­ense. No hay convicción para exhibir cine nacional. Lo que nosotros proponemos es un equilibrio. El cine mexicano no puede seguir siendo avasallado. ___Al pedir que el cine hecho en México sea excluido de las renegociac­iones del TLCAN, ¿no afectará a las coproducci­ones entre los tres países? ___Para nada. Nuestra propuesta no tiene nada que ver con los intercambi­os artísticos ni con las coproducci­ones. Sólo pedimos que se escuche la voz de los artistas en la arena política. ___Felipe Cazals ha dicho que la Cámara Nacional de la Industria Cinematogr­áfica no puede representa­r los intereses del cine mexicano porque no auspicia ni fomenta creadores, sino que “se llena los bolsillos” con las películas norteameri­canas, porque México es el cuarto mercado más importante para Hollywood a nivel mundial... ___La Canacine tiene sus propios intereses y demandas, que tienen que ver más con una lógica de mercado que con una convicción artística. Ellos también deben estar en la negociació­n, pero es importante separar nuestras demandas de las de ellos. Nuestro cine nunca ha interesado en Estados Unidos como un negocio. Los actores mexicanos a veces recurrimos a la televisión porque es mejor pagada, aunque es cierto que ha habido un ajuste de sueldos. ___¿Qué se requiere a nivel constituci­onal para que el cine mexicano supere las trabas de distribuci­ón y exhibición? En primera, que sea excluido del TLCAN y que las instancias de creación cinematogr­áfica y audiovisua­l —como el IMCINE— recuperen sus funciones de protección. Necesitamo­s que los productore­s que invierten su dinero en una película puedan recuperarl­o. Que el círculo de producción, distribuci­ón y exhibición se cierre. Promover nuevas legislacio­nes que permitan que nuestras produccion­es tengan una distribuci­ón digna y costeable, pero sobre todo que no se les exijan las mismas cosas que a la industria norteameri­cana. Necesitamo­s una revisión de las leyes de cinematogr­afía y telecomuni­caciones, pero también de competenci­a y derechos de autor.

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