Anaya pisotea a sus aliados
Para quienes aún piensan que el recién creado Frente Amplio político va por buen camino, sólo hay que echar una mirada a lo que ayer pasó en la Cámara de Diputados, pues el líder del PAN, Ricardo Anaya, llegó al recinto de San Lázaro a tomarse la foto y de paso festejar la resistencia que su bancada parlamentaria puso al prolongar la instalación de la Mesa Directiva que a partir de ayer, 5 de septiembre, según reloj parlamentario, encabeza el legislador Jorge Carlos Ramírez Marín.
Con diversos pretextos, los grupos del PAN, PRD y MC, violaron las normas que rigen el funcionamiento y organización de dicha Cámara, lo cual fue visto como un triunfo legislativo por esta alianza cuando en realidad de lo que se trató fue un acto de rebeldía política que paralizó, durante siete días, la actividad legislativa y al mismo tiempo descubrió la fragilidad del reglamento vigente.
Es cierto, en la acción de posponer la toma de protesta de Ramírez Marín y el resto de los integrantes de la Mesa Directiva, la unión de panistas, perredistas y del MC fue importante, pero quien al final capitalizó la causa de manera personal fue Ricardo Anaya, en tanto que los otros liderazgos partidistas quedaron como simples comparsas o segundones; es decir, fueron pisoteados, y seguramente ese será el papel que jugarán de aquí en adelante en los intereses del blanquiazul y su líder nacional.
Aunque pírrica, Ricardo Anaya pregona una victoria por haber logrado que el actual titular de la PGR, Raúl Cervantes, no sea considerado para ocupar el cargo de fiscal general, pero cuando los medios informativos le cuestionaron sobre la cifras que dan cuenta de un crecimiento desmedido en sus propiedad y las de su familia política, otra vez llegaron las evasivas y también otra vez dejaron en duda sus dichos, de ahí que en su actuar las preguntas sigan siendo más que las respuestas.
Pero si los seguidores del “canalla” de Anaya, así lo calificaron en la tribuna, pensaron en algún momento que el conflicto cameral les ayudaría a olvidar los cuestionamientos sobre el enriquecimiento inexplicable de su líder, se equivocaron, ya que en tanto no tenga explicación para la fortuna que documentó un diario nacional, sus bonos seguirán cuesta abajo, tal como lo señalan las encuestas demoscópicas, las cuales, por cierto, indican que entre el panismo Margarita Zavala se mantiene como una opción ganadora tanto si va con el PAN o bajo la figura de independiente.
Y si hablamos de encuestas, baste revisar la que en agosto levantó la empresa Berumen, donde señala que el Partido de Acción Nacional encabeza las preferencias del electorado en una competencia de tercios para la elección presidencial, por encima del PRI y Morena, situación que cambia en cualquier escenario en el que Anaya pudiera ser el candidato de este partido, ya que lo mismo pierde una competencia interna donde se defina al candidato azul, que contra cualquiera de los contrincantes de los otros partidos en mención.
Lo peor para Anaya, es que su aparición en la Cámara de Diputados fue vista por sus aliados como un descontón político y mediático, y aunque haya dicho que la “victoria” obtenida en el tema del fiscal fue un logro del frente político recién conformado, su accionar demostró todo lo contrario, pues su presencia dejó a los otros líderes como simples integrantes en esta unión de las llamadas izquierda y derecha políticas. Ese es Anaya, no da una.
Opine usted: opinion@elfinanciero.com.mx