Tres sexenios de ‘crecimiento plano’
La previsión de crecimiento del PIB de México para el próximo año es de 2.5 por ciento, que es el punto medio del rango de 2.0 a 3.0 por ciento propuesto por la Secretaría de Hacienda en el Paquete Económico para 2018.
Sin embargo, está por arriba de las expectativas del sector privado.
La perspectiva de crecimiento para 2018 del consenso de analistas en la Encuesta Citibanamex publicada la semana pasada es de 2.2 por ciento.
Es apenas superior al crecimiento del PIB esperado para este año: 2.1 por ciento, según el consenso de analistas, o 2.3 por ciento en promedio, de acuerdo con Hacienda.
Eso implica que durante el periodo 2013-2018, que comprende el sexenio del presidente Enrique Peña, la economía mexicana registraría un crecimiento anual promedio de 2.23 por ciento.
En el balance no sería mucho más alto que el crecimiento económico de 2.15 por ciento anual promedio registrado en el periodo 2007-2012, durante la administración de Felipe Calderón.
De hecho, en ambos sexenios el crecimiento promedio es muy similar al de 2.28 por ciento en el gobierno de Vicente Fox.
El escenario de mediano plazo previsto en el Paquete Económico contempla un crecimiento ascendente de la economía mexicana a partir de 2019 y hasta 2023.
Pero no hay que esperar un crecimiento acelerado con altas tasas de interés, que ha venido subiendo el Banco de México desde finales de 2015 como reflejo del aumento en la inflación.
La inflación general anual fue de 6.66 por ciento al cierre de agosto, nivel que prácticamente duplica el observado a diciembre de 2016 –antes del ‘gasolinazo’– y que está lejos de la meta puntual de 3.0 por ciento.
La tasa de referencia del Banxico está en 7.0 por ciento y, según la perspectiva del consenso de analistas, así se mantendrá hasta agosto u octubre de 2018, cuando comenzaría a descender.
Además, la incertidumbre asociada a las elecciones presidenciales en nuestro país, sobre todo a su resultado, puede afectar el crecimiento económico.
De acuerdo con la encuesta del Banxico de agosto pasado, los analistas del sector privado consideran que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento de la economía mexicana en los próximos meses son, en primer lugar, los problemas de inseguridad pública, seguidos de la incertidumbre política interna.
Desde la toma de posesión de Donald Trump en EU el 20 de enero y hasta el 11 de septiembre, el peso registró una apreciación de 19.5 por ciento frente al dólar.
Con ello el tipo de cambio regresó a 17.65 pesos por dólar, cotización similar a los niveles observados a principios de mayo de 2016.
Pero uno de los eventos que pudieran afectar la economía nacional son los episodios de volatilidad en el proceso electoral del próximo año.
Ese factor y otros, como una negociación no exitosa del TLCAN, hacen que continúen los riesgos de que se revierta la apreciación del peso.
Así que a un crecimiento económico que no se destaca por ser alto, se suma el riesgo de una mayor volatilidad en el mercado cambiario ante la renegociación del TLCAN y las elecciones presidenciales en México en 2018.
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