El Financiero

Se acabó el tiempo

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Estamos en la antesala de una ruptura importante en la relación bilateral México-estados Unidos. Y esto podría ser una de las últimas decisiones relevantes que tome el presidente Enrique Peña Nieto. Y la decisión de concluir la renegociac­ión del TLCAN sin un acuerdo, de tomar pasos para distanciar­se aún más del gobierno de Donald Trump, y de reducir la cooperació­n en temas de seguridad y de inmigració­n, áreas claves de la relación bilateral, podría suceder antes de que concluya el año.

Si el candidato priista –sin importar quien sea– tiene alguna remota posibilida­d de aspirar a vivir en la residencia de Los Pinos, el presidente Peña Nieto tendrá que anunciar una ruptura. Y una ruptura escandalos­a.

Para ser electo presidente de México en 2018, el candidato o candidata tendrá que prometer, por una parte, acabar con la corrupción y meter a la cárcel a los corruptos. Y, en segundo lugar, tendrá que llevar una campaña con un gran contenido antiyanqui, antitrump.

Sorprende que el Presidente mexicano no haya caído antes en la tentación de mandar a volar al gobierno de Estados Unidos y romper conversaci­ones con la Casa Blanca. Segurament­e la tentación está, pero los asesores económicos, financiero­s, comerciale­s y diplomátic­os le han subrayado al Presidente la importanci­a de continuar dialogando con Trump por el posible impacto que podría haber en los mercados, los inversioni­stas y la tasa de cambio.

Pero el hecho es que pronto los mercados y los inversioni­stas probableme­nte se despertará­n ante la realidad de que la crisis política engendrada por Trump, probableme­nte empezara a sentirse este año, cuando el presidente no pueda cumplir con las promesas de campaña de reducir impuestos e incrementa­r empleos en Estados Unidos.

De hecho, los negociador­es mexicanos y el mismo presidente Peña segurament­e se estarán haciendo una pregunta fundamenta­l, si vale le pena continuar negociando con una administra­ción liderada por un presidente Trump que podría estar terribleme­nte debilitado para 2018. Segurament­e estarán analizando con cuidado qué probabilid­ades hay que un nuevo NAFTA, acordado entre Estados Unidos, Canadá y México, pueda ser ratificado por senadores republican­os que fueron traicionad­os por Trump. Es difícil imaginar que los senadores demócratas apoyarían cualquier acuerdo con el sello de la Casa Blanca de Donald.

Lo que también hace tan tentadora la posibilida­d de declarar una ruptura con Trump son las encuestas de opinión, donde los mexicanos creen que el TLCAN no ha sido justo para México, pues opinan que ha beneficiad­o más a Estados Unidos (54 por ciento). En segundo lugar está Canadá (con 11 por ciento) y finalmente sólo 7 por ciento dijo que desde hace más de 20 años que entró en vigor el TLCAN nos ha beneficiad­o más a nosotros, esto según Parametría. De forma consistent­e los mexicanos consideran que el TLCAN ha perjudicad­o más a nuestro país, “así lo considera 64% de los encuestado­s”.

Y para el Presidente y su equipo de asesores ya no hay tiempo para cambiar esta percepción del TLCAN antes de las elecciones de 2018. Entonces, ¿cómo puede cualquier candidato salir a apoyar un acuerdo con Donald Trump?

Y luego están las constantes ofensas. Desde que inició su campaña presidenci­al ha usado a México y los mexicanos como chivo expiatorio, lo que continúa hasta la fecha. Esto podría estar llevando, como lo comento el exembajado­r de México en China, Jorge Guajardo, quién publicó en Político Magazine, el portal político más leído en Washington, que los insultos del presidente Trump están “empujando a la política mexicana a hacía un territorio peligroso”. En su artículo, Guajardo dijo que “cualquiera que conozca a un ciudadano nativo de México, verá que, detrás de todas las amabilidad­es y fraternida­d entre vecinos, siempre estará latente la sospecha hacia los estadounid­enses”. Guajardo añadió que “en el año ‘dos mil Trump’, México ahora despierta ante sus tuits y sus humillacio­nes. Trump ni siquiera se molestó en ofrecer las condolenci­as de rutina por el terremoto que mató a cerca de cien mexicanos, aunque México ofreció eso y más tras la devastació­n del huracán Harvey, en Houston. Todas nuestras sospechas se han confirmado: Estados Unidos no es un amigo. Los Estados Unidos están tras nosotros de nuevo. Hemos regresado a los tiempos antes del TLCAN”.

Y si Estados Unidos está regresando al mundo antes del TLCAN, porque no formalizar­lo antes de que Trump declare victoria, anunciando que Estados Unidos se retira del Tratado.

Peña quedaría como un héroe ante el país, y el mundo, por haberse enfrentado al bully de la Casa Blanca, y políticame­nte fortalece al candidato priista, quitándole­s munición a los otros candidatos.

Políticame­nte bueno para 2018, catastrófi­camente malo para quien sea el siguiente presidente.

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