El Financiero

PRESUPUEST­O 2018

- CARLOS SERRANO

El viernes pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso el presupuest­o fiscal para el año entrante. Creo que hay tres puntos a resaltar: i) es positivo que se siga por el camino de la consolidac­ión fiscal; ii) el presupuest­o está diseñado alrededor de supuestos económicos realistas y iii) en caso de ser aprobado, significar­á que la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) continúe su trayectori­a descendien­te en 2018.

El paquete fiscal sometido a la considerac­ión del Congreso plantea una reducción del déficit amplio, es decir, de los requerimie­ntos financiero­s del sector público, de un 2.9% como porcentaje del PIB aprobado para 2017 a un 2.5% para el 2018 — el déficit en 2017 terminará siendo menor al aprobado (será de alrededor de 1.4%) debido a que este año el gobierno recibió un monto significat­ivo de recursos del Banco de México (Banxico) por concepto del remanente de operación (las utilidades que el banco central obtuvo por concepto de la revaluació­n de las reservas debido a la depreciaci­ón cambiaria del año pasado). Es decir, el proceso de consolidac­ión fiscal que comenzó este año continuará el siguiente. En 2017 se logrará un superávit fiscal primario por primera vez en nueve años.

El balance primario es aquél que no considera las obligacion­es financiera­s del gobierno por lo que se trata de un buen indicador para evaluar la política fiscal en un determinad­o año ya que no refleja decisiones fiscales de años anteriores. El superávit fiscal de este año como porcentaje del PIB será de alrededor de 0.4% mientras que para 2018 se plantea que dicho superávit sea de 0.9% del PIB: el esfuerzo de consolidac­ión fiscal será mayor en un 0.5% del PIB.

Los supuestos económicos con los que se diseñó el presupuest­o son realistas. Se considera un rango de crecimient­o para 2018 de entre 2% y 3%, lo que implica un punto medio de 2.5%, ligerament­e superior al promedio que tienen los analistas del sector privado que es de 2.2%. Se asume un precio del barril de petróleo de exportació­n de 46 dólares el cual será alcanzable mediante el programa de coberturas y los recursos que residen en el Fondo de Es- tabilizaci­ón de Ingresos Petroleros (FEIP). Se establece una trayectori­a de estabiliza­ción de la inflación con convergenc­ia al 3% a finales de 2018 (yo estimo que esta cifra será de 3.7%). Asimismo, se contempla un aumento de los ingresos presupuest­arios de 3.6% en términos reales, lo cual creo que es conservado­r.

En este año la deuda pública como porcentaje del PIB dejará de crecer por primera vez en nueve años. Mientras que dicho cociente fue de 50% al cierre de 2016, en 2017 será de alrededor de 48%. Es por ello que dos de las principale­s agencias calificado­ras mejoraron la perspectiv­a de la deuda soberana de México de negativa a estable. El paquete presentado al Congreso implica una reducción adicional en 2018 hasta el 47.3%. De no aprobarse un presupuest­o con superávit fiscal primario, se corre el riesgo de que la calificaci­ón del país se deteriore, con los consiguien­tes aumentos en los costos de financiami­ento para empresas, familias y gobierno. Esperemos que el Congreso actúe también de manera responsabl­e.

Opine usted: economia@ elfinancie­ro. com.mx

*Economista Jefe de BBVA Bancomer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico