Decomisa la policía propaganda en favor del referéndum catalán
La policía de España confiscó ayer más de 1.5 millones de panf letos, volantes y afiches en los que se promovía el planeado referéndum de independencia del próximo 1 de octubre, por parte del gobierno regional de Cataluña.
La Guardia Civil informó que el material propagandístico de campaña fue requisado en operaciones a varias imprentas en la provincia de Barcelona.
Agregó que la operación permitió el decomiso de una gran cantidad de objetos relacionados con el referéndum. La mayoría de ellos informaba, a los potenciales votantes, sobre el propósito de la consulta.
El gobierno español ha prometido que impedirá el plebiscito secesionista, al que califica de ilegal, pero los líderes de Cataluña han procedido con sus planes, pese a que la Corte Constitucional de España suspendió la ley regional que abrió el camino para el referéndum.
MADRID CONTROLA PAGOS
Asimismo, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció una serie de medidas para controlar el sistema de pagos del gobierno autónomo de Cataluña, ante lo que considera una desobediencia para impulsar su proyecto independentista.
El Consejo de Ministros aprobó las acciones que incluyen una petición a los bancos para “que no colaboren con actividades ilegales”, relacionadas con el referéndum.
Además, solicitó a las entidades de crédito que exijan a la Generalitat que cualquier pago vaya acompañado de un certificado de la Intervención General, y que “si detectan cualquier irregularidad, deberán comunicarlo al Ministerio Fiscal”.
El gobierno de Rajoy justificó estas medidas debido a que las instituciones catalanas han decidido vulnerar el ordenamiento constitucional con la aprobación de las leyes del referéndum de autodeterminación y reglas para su convocatoria.
Además, se suma el hecho de que el gobierno de Cataluña informó el jueves al Ministerio de Hacienda y Función Pública que dejará de enviar sus informes semanales de gastos, como tenían acordado las partes, algo que también calificó como una desobediencia. Casi un millar de intelectuales de España, que se califican “de izquierda”, firmaron un manifiesto contra el referéndum al que consideraron una “estafa antidemocrática”.