La volatilidad del dólar puede regresar
En los últimos seis meses, del 18 de marzo al día der ayer, el dólar se ha abaratado en 6.5 por ciento.
Pero, además, la última ocasión que tuvo un cierre en el mercado interbancario por encima de los 19 pesos fue el 10 de mayo, cuando terminó en 19.01.
Y fue el pasado 7 de julio, hace 2 meses y 12 días, que el dólar cierra por debajo de los 18 pesos en el mercado mayorista.
Pese al entorno complejo que tenemos, el dólar ha tendido a fluctuar en un rango de 17.60 a 17.90 en las últimas semanas.
Y, es muy fácil que consideremos que esa ya es la normalidad.
Por esa razón fue oportuno que ayer, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero Mexicano, conformado por las autoridades financieras y los principales reguladores del sector, haya advertido lo siguiente:
“…ante la complejidad del entorno internacional, existe la posibilidad de que se presenten nuevos episodios de elevada volatilidad financiera que tengan repercusiones sobre los mercados financieros y la actividad económica nacional”.
Los posibles detonadores de esta circunstancia podrían ser las tensiones geopolíticas (no mencionaron Corea del Norte, pero es algo en lo que inevitablemente se piensa); un proceso de normalización monetaria en los Estados Unidos más rápido de lo previsto y las dificultades en el proceso de modernización del TLCAN.
Respecto a este último tema, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, refirió ayer que, aunque en siete capítulos se ha avanzado, hay doce que pueden representar dificultades.
En otras palabras, sería incorrecto y hasta riesgoso suponer que la buena racha que ha tenido nuestra moneda frente al dólar ya marca tendencia, y debemos estar preparados para hacerle frente a episodios en los que eventualmente tengamos fluctuaciones más amplias que las que hemos visto en los últimos meses.
No lo señaló el comunicado del Consejo de Estabilidad, pero yo se lo agrego, tampoco es imposible que, a la vuelta de algunos meses, en los detonantes posibles de la volatilidad se sume un factor interno, además de los de carácter externo, que fueron referidos. Se trata del ambiente político doméstico.
En su más reciente encuesta entre especialistas del sector privado, el Banco de México encontró que los dos principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento del país, aparecen: como el número uno, la problemática de seguridad pública y en el número dos, la incertidumbre política interna.
Pero, además, esos dos temas son los que se escuchan en cuanta conversación existe en círculos empresariales o de inversionistas.
En este entorno se entiende claramente algo que podría verse como algo extraño: el que, en un año electoral, la SHCP haya enviado un Presupuesto que incluye un recorte estimado de 90 mil millones
de pesos.
Aunque las empresas pueden ser afectadas por los riesgos del entorno de manera muy diferenciada, según su exposición a las diferentes variables, también es conveniente que escuchen el llamado de la prudencia y que no piensen que el periodo de relativa estabilidad que hemos vivido va a seguir indefinidamente.