RENOVACIÓN COMPLETA
Funcionalidad y dinamismo van de la mano en las propuestas de mesas de centro. Atrás quedaron los tipos convencionales de superficie plana y cuatro patas. Las versiones actuales incluyen bases de metal con figuras geométricas, que se despliegan de acuerdo a sus necesidades, incluso hay opciones que sirven de almacenaje.
Entre las recomendaciones para hacer una compra satisfactoria están que sean ligeras para moverlas con facilidad, que sean de materiales resistentes y que tengan un diseño o color que las haga destacar.
“No están en desuso, al contrario, son artículos que ayudan a imprimirle un toque personal a las habitaciones. Son excelentes también como esquineros y para poner floreros y adornos”, señala Mariana Díaz, diseñadora de interiores y coordinadora visual de la marca de mobiliario West Elm.
Se usan en la sala, en las recámaras y en cualquier tipo de espacio en el que sea necesario poner cosas a una altura media. Su función principal es la de sostener lámparas, refrigerios, adornos, libros y terrarios, entre otros accesorios.
Las más solicitadas son las polivalentes, de almacenaje y las elevables. Están construidas de tal manera que algunas de sus partes se despliegan, además de servir como mesa de centro en alguna sala, también se convierten en opciones para merendar o para beber café o té.
Los materiales son diversos. Hay estructuras metálicas que combinan prácticamente con cualquier decoración: de latón, madera, fierro y hasta plástico. La especialista menciona que su funcionalidad llega incluso a las recámaras, donde hacen las veces de buró. Otro de los lugares recurrentes es junto a los sillones de lectura.
“No deben hacer juego, deben armonizar, que es distinto. La decoración contemporánea elimina ese concepto de unidad, se apuesta más por ambientes eclécticos”, agrega Díaz.
Hay juegos de mesas de centro que lucen más si se presentan en tercias o en dúos, se ponen una arriba de la otra y resaltan en colores contrastantes con los tonos de los sofás.