Estuvo 26 horas bajo su casa... y la libró
“¿No estaba con una mujer? Busco a mi mamá, se llama Georgina García”, le suplica una doliente al rescatista que ayudó a sacar a José Luis Ponce Illescas de los escombros, tras 26 horas atrapado.
Aprisionado entre dos lozas y con medio cuerpo atrapado, la libró. Vivía en el edificio ubicado en Coquimbo 911, en la colonia Lindavista, que aún permanecía en pie, al mediodía del 19 de septiembre. Hoy es una estructura tambaleante, tan frágil como el cartón.
Las personas que permanecían en los pisos altos corrieron mejor suerte y pudieron salir. Pero hasta anoche faltaban por sacar a cinco más. Todos vecinos de los tres primeros pisos.
“No vamos a permitir que metan las máquinas, primero que saquen a Rafael vivo o muerto”, reclamó uno de los familiares del desaparecido de apellido Camargo, que aún no aparece.
Más que la garganta de tanto gritar, el estómago dolorido por el ayuno o el dolor de cabeza por no dormir, a los familiares les duele el corazón, la incertidumbre de no saber sobre el paradero de sus personas, que afirman son 18.
“Vamos a esperar hasta que los saquen. No importa cuándo, no importa cómo”, afirma una vecina del inmueble colapsado que deambula y abraza a un osito de peluche.