El Financiero

Ni atención ni apoyo llegan a afectados en Xalostoc

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El terremoto provocó la solidarida­d de autoridade­s y pobladores en la Ciudad de México, pero no en la colonia Benito Juárez Xalostoc, al sur de Ecatepec, Estado de México. Ahí murió una de las tres víctimas de las 12 que el estado registra. No difunden su nombre ni otros datos “por seguridad”, justifica en entrevista Indalecio Ríos, presidente municipal.

Óscar es mototaxist­a de la zona desde hace tres años. Cuenta que la víctima era una mujer que salió a la calle, la barda de una fábrica se derrumbó, empujó un transforma­dor eléctrico y la aplastó.

“Dejó huérfanos a sus hijos y viudo a su esposo”, señala Óscar.

El equipo que organizó el edil para levantar la barda de la fábrica, incluye un camión de carga y cuatro trabajador­es. Son insuficien­tes. No se sabe cuánto tiempo tardarán en retirar los escombros.

Dos calles adelante está Molsa Movimiento Logístico –empresa de transporte terrestre–, dañada por el sismo, y amenaza con caerse sobre cinco hogares.

Martha Cisneros –una de las vecinas afectadas– dice que lo reportaron desde las dos de la tarde del martes. Ese día llegó personal de protección civil del ayuntamien­to, tomó fotos y se fue. “No los hemos vuelto a ver”, apunta.

En esta localidad no hay solidarida­d, como sucede en la Ciudad de México. Los únicos solidarios son los afectados, los olvidados de la colonia Benito Juárez Xalostoc.

Alaín Arenas

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