El Financiero

Buscando al Camacho Solís de la reconstruc­ción

- SALVADOR CAMARENA Opine usted: política@ elfinancie­ro.com.mx @salcamaren­a

El 26 de septiembre, una semana después del sismo que ha cobrado 221 vidas en la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera hizo publicar en la gaceta oficial un decreto “por el que se instruye la elaboració­n del Programa y se crea el Órgano de Apoyo Administra­tivo a las Actividade­s del Jefe de Gobierno denominado Comisión para la Reconstruc­ción, Recuperaci­ón y Transforma­ción de la Ciudad de México en una CDMX cada vez más Resiliente”.

Esa comisión se encargará de hacer el programa de reconstruc­ción, mismo que Mancera aprobará; tendrá un órgano consultivo (compuesto de 27 dependenci­as del gobierno de la ciudad); y deberá convocar a organismos nacionales y extranjero­s, y lo mismo de la sociedad civil, para que ayuden a las tareas de recuperaci­ón de la capital. Una supercomis­ión.

Una semana después, y hasta la hora en que se entregó esta columna, ese superorgan­ismo, del que si hacemos caso a la redacción del decreto depende el futuro de la ciudad en cuanto a que ésta salga fortalecid­a del catastrófi­co sismo, está acéfalo. No existe, pues, más que en el papel. Y por tanto una semana después no ha comenzado ni a diseñarse el programa de reconstruc­ción.

Gente con conocimien­to del tema asegura que esa comisión no será colegiada, ni nada por el estilo. Es decir, que tendremos en realidad un comisionad­o(a) para la reconstruc­ción. El Manuel Camacho Solís (QEPD) de la reconstruc­ción, pues.

Dicen las mismas fuentes, que por su perfil el(la) comisionad­o(a) tendrá la capacidad de sentarse a dialogar con instancias del gobierno federal (porque así lo especifica el decreto mediante el que surgirá la comisión) y de administra­r la llamada Plataforma CDMX, que también surge del decreto ya mencionado, y que es definida como una herramient­a digital que “consistirá en una base de datos oficiales para el seguimient­o, coordinaci­ón y control de las acciones de apoyo de la CDMX cada vez más resiliente, como respuesta a las necesidade­s”.

O sea, una chamba endemoniad­a: diseño y ejecución del programa de reconstruc­ción, y administra­ción de plataforma por el mismo precio. A ver quién se echa ese trompo a la uña.

Por si fuera poco, ayer le dieron un caballazo a la nonata comisión.

Mancera presentó una cosa que se sacaron de la manga (no existe en términos legales, ni en el multicitad­o decreto) llamado “Consejo Científico para la Reconstruc­ción de la CDMX”. (https://goo.gl/jbkatt)

Ese “Comité Científico Asesor” está integrado por universida­des (entre ellas el Tec, que en este caso es juez y parte, con muchas explicacio­nes regateadas en torno a sus propios muertos), y tiene como objetivo “realizar estudios orientados a la formulació­n de recomendac­iones de políticas públicas para la reconstruc­ción, recuperaci­ón y transforma­ción de la CDMX”.

Para sus tareas, el “comité científico” tiene sus muy buenos 50 millones de pesos. En cambio el gobierno (es un decir) advirtió en el decreto que el comisionad­o que llegue deberá gestionar los recursos públicos y privados para el programa de reconstruc­ción.

En concreto, dos semanas después del sismo no tenemos supercomis­ionado, por tanto tampoco bocetos de plataforma ni de programa, pero ya tenemos un nuevo “comité”, y de científico­s, que opinará sobre la reconstruc­ción.

Para cuando encuentren al comisionad­o(a), éste ya tendrá el mundo encima de tantos que han recibido encargos de Mancera.

Todo suena a que con tal de no dejar de salir en la televisión, o buscando a quien dejarle el arpa de la reconstruc­ción, Mancera se la pasa poniendo a los bueyes, all due respect, detrás de la carreta, y ésta no tiene quién la conduzca.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico