¿Qué es y qué nos dice la curva de futuros del crudo?
Uno de los pilares de la industria energética, y en particular el rubro de materias primas, es el mercado de derivados. Este se compone de instrumentos financieros que permiten obtener exposición en un determinado bien subyacente, ya sea con fines especulativos o de cobertura. Un futuro permite comprometerse a comprar o vender un bien a un precio determinado hoy, con el pago de éste y su entrega física pospuesta a la fecha especificada en el contrato.
Estas operaciones datan al menos desde el siglo XVIII, cuando comerciantes de arroz en Japón pactaban contratos para protegerse de las fluctuaciones en los precios de este grano. Hoy en día, la variedad de subyacentes a los que se puede tener acceso van desde gasolina, trigo, mantequilla e incluso condiciones meteorológicas.
Gran parte del andamiaje que soporta el suministro energético internacional, los presupuestos de países y planes estructurales de las empresas, dependen de los futuros y otros derivados, como las opciones. Por ejemplo, es muy común que las aerolíneas aseguren el precio de la gasolina, mientras en México este instrumento se aprovecha para la contratación del programa de coberturas petroleras.
La importancia estratégica del petróleo ha resultado en un amplio número de referencias que operan con alta liquidez en los mercados globales. Los más conocidos y de los cuales se origina buena parte de los precios de otras referencias, son tres: Brent, WTI y Dubai.
Por convención, para estas referencias existe un contrato con vencimiento por cada mes-calendario. En consecuencia, es posible visualizar el precio contra el vencimiento, conocido como la curva de futuros. Su lectura es sencilla, mostrando el precio al cual opera un determinado contrato mensual. Por ejemplo, para el Brent el contrato actual más próximo a vencer (noviembre de 2017) opera en 57.50 dólares por barril, mientras que noviembre de 2022 cotiza en 56.00 dólares.
Los precios de los futuros en definitiva no son equivalentes a estimados formales. Sin embargo, sí reflejan la perspectiva de los inversionistas sobre factores fundamentales de la mecánica de oferta y demanda. El ejemplo sugiere que el mercado está esperando a 5 años una diferencia de menos de dos dólares para el Brent respecto al actual, lo que en términos históricos es muy bajo. En otras palabras, la expectativa es que los precios permanecerán bajos por más tiempo, y muy difícilmente recuperarán los máximos de hace casi una década, de no ser por un desestabilizador choque de oferta o demanda.