LAS ENCUESTAS
Los voluntarios que ayudaron ante las emergencias de los sismos generaron un amplio orgullo a los mexicanos. ¿Quiénes fueron los voluntarios que salieron a las calles de la Ciudad de México a brindar ayuda? La encuesta que realizó El Financiero a raíz de los sismos (publicada el 25 de septiembre) nos permite hacer un perfil del voluntariado capitalino.
Según la encuesta, el 57 por ciento de los entrevistados dijo haber salido a ayudar como voluntario ante la emergencia de los sismos. Entre los voluntarios hubo ligeramente más mujeres (58 por ciento) que hombres (55 por ciento), según revela el estudio, aunque la diferencia es realmente mínima.
Sin embargo, por grupos de edad sí hay diferencias más notables: los jóvenes menores de 30 años reportaron haber salido a ayudar en un 74 por ciento (tres de cada cuatro jóvenes ayudaron), mientras que en el grupo de edad de 30 a 49 años los voluntarios significaron 60 por ciento, y entre los mayores de 50 años el 43 por ciento. La ayuda fue principalmente joven, como ya muchos habían notado sin una estadística que lo corrobore.
Si consideramos el nivel de escolaridad, la ayuda representó el 48 por ciento de quienes tienen educación básica, el 62 por ciento con educación media y el 63 por ciento con educación universitaria.
Estos dos rasgos, edad y educación, dan la impresión de que los jóvenes y los capitalinos con mayor escolaridad fueron los que más ayudaron, pero combinando ambas variables resulta que quienes más salieron a ayudar fueron los jóvenes con educación básica: 78 por ciento. En contraste, los jóvenes con educación universitaria ayudaron en un 69 por ciento.
Si combinamos la edad con el sexo del entrevistado, quienes más salieron a ayudar fueron las mujeres jóvenes.
Por supuesto, todos los voluntarios merecen el reconocimiento social, lo que estamos analizando aquí es el perfil de quienes salieron a ayudar ante la emergencia sísmica, para entender mejor el fenómeno del voluntariado. Por cierto, la encuesta mostró al 98 por ciento de los entrevistados calificando como bien o muy bien a los voluntarios. El aplauso es unánime independientemente de sus características sociales.
El sondeo de El Financiero también preguntó por cuál medio recibieron la información para ayudar.
Del total de los voluntarios, el 22 por ciento se movilizó en su labor con ayuda de las redes sociales, el 16 por ciento por medio de grupos y asociaciones, el 15 por ciento por medio de la información transmitida por radio y televisión, y el 4 por ciento restante por alguna otra forma.
Como sería de esperarse, estas vías de información se conectan muy bien con la edad de los entrevistados: las redes sociales fueron principalmente el medio de los jóvenes, mientras que la radio y la televisión fueron el medio más común entre los mayores de 50 años. Podríamos decir que el voluntariado del 19-S fue muy amplio, pero principalmente de jóvenes interconectados vía redes sociales.
Un aspecto adicional que se incluyó en la encuesta de El Financiero fue una pregunta de clase social subjetiva, distinguiendo entre quienes se consideran como clase media alta, clase media, clase media baja y clase baja.
Si agrupamos a las dos primeras categorías como clase media (58 por ciento) y a las otras dos como clase baja (42 por ciento), el sondeo indica que entre la clase media el voluntariado significó el 61 por ciento, mientras que entre la clase baja el 51 por ciento.
Cierto, la clase social subjetiva no es el indicador más confiable de la clase social, pero algo nos dice acerca del perfil de quienes salieron a ayudar a raíz del sismo. Sirva este perfil del voluntariado del 19-S como una radiografía de la ayuda brindada.
A los voluntarios, la encuesta les registró no solamente el unánime agradecimiento social (con 98 por ciento de opiniones favorables a su labor) sino que también documenta el orgullo que generaron a los capitalinos: el 87 por ciento manifestó estar muy orgulloso de la gente de la ciudad en esos momentos de emergencia.