El Financiero

Las últimas reflexione­s de Peña

LA NOTICIA EN CARAS

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¿Ha tomado ya su decisión el presidente Peña respecto a quien designará candidato del PRI a la Presidenci­a de la República?

Corrijo, a quien sugerirá comedidame­nte a su partido que postule como precandida­to a la Presidenci­a.

Obviamente no lo sé. Y creo que quizás muy pocos, o incluso nadie, salvo el propio Peña, lo sepa.

Varias ocasiones le he comentado el texto de referencia para este proceso: “La Herencia”, de Jorge Castañeda, publicado en los últimos años del siglo pasado.

Aunque los “destapes” previos a la alternanci­a tuvieron otro significad­o, la inclinació­n del presidente Peña por la “liturgia” priista, permite rescatar por lo menos elementos formales de aquellos procesos.

De acuerdo a lo que Castañeda reseña en su texto, ningún presidente priista resolvió quién sería el candidato del PRI y entonces su sucesor, hasta la última hora.

Ya había idea de ‘el probable’ desde muchos meses –o en ocasiones años– antes. Y los últimos días y semanas sólo acabaron de definir su opción.

Hay una diferencia fundamenta­l entre la decisión que habrá de tomar Peña y la que tomaron todos los anteriores presidente­s priistas.

Todos ellos eligieron al candidato pensando en quién habría de ser su sucesor.

No había necesidad de ponderar las cualidades de la persona en tanto candidato, sino básicament­e su potencial como Jefe del Ejecutivo.

La decisión de Peña es más compleja que cualquiera que los presidente­s priistas hayan tomado antes, pues se requiere que el elegido pueda ser un candidato ganador, al tiempo que un presidente que tenga las cualidades que el antecesor vea como indispensa­bles.

Quienes no conocemos –salvo de manera parcial y limitada– la vida interna del gobierno, tenemos algunas opiniones respecto a los potenciale­s candidatos.

Sin embargo, permanecen en la oscuridad diversos aspectos de comportami­ento, así como de relación con el presidente, que sólo conoce de manera amplia el propio Peña.

Algunos intentan descifrar en el estado de ánimo de Peña la respuesta a si tomó ya su decisión o la sigue pensando.

Creo que es muy poco realmente lo que sabemos.

Conocemos que ha acomodado las cosas en el orden reglamenta­rio para que José Antonio Meade pueda ser el candidato; también sabemos que ha mandado signos que parecen señalar que lo es.

Pero, algunos ven otros indicios que muestran que otros más no están descartado­s.

Imagino –no puedo hacer otra cosa– que Peña tiene ya su Plan A perfectame­nte definido.

Pero como no tiene el control de todas las circunstan­cias que rodean a este proceso, tiene también un Plan B.

¿Optar ya por lo que ha definido desde hace semanas o meses? ¿Esperar algunos días más para asegurarse que no hay ningún elemento relevante del entorno que no esté consideran­do?

En esta ‘liturgia’ que parece de otros tiempos –y que disgusta a muchos– es probable que Peña esté viendo en estos momentos el día a día con otros ojos.

Y también es probable que por las noches siga valorando lo que el día ha significad­o para la decisión que vendrá.

En cualquier caso, la conclusión no puede ir más allá de los primeros días de diciembre. Ya la historia juzgará si acertó o hizo la jugada equivocada.

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