El tigre que aguarda al próximo presidente
Si entramos en detalles y describimos todos los músculos del felino que con las fauces abiertas se apresta a devorar al próximo candidato y luego jefe del Ejecutivo, este espacio no alcanza. ¿Qué le espera al individuo? Vamos a lo medular: 1) Una profunda y extendida irritación social. Se da porque convergen insatisfacciones materiales y la generación de muchas expectativas sociales no alcanzadas. Ingenuamente se pensó que el país si cambiaría. 2) A pesar de lo hecho y dicho, no hay credibilidad en las instituciones. Al contrario, de la desconfianza se pasa a la certeza del incumplimiento. 3) La violencia es una ola incontenible. Las cifras de todos los días son abrumadoras. Nuestras calles lucen fachadas desfiguradas por alambres de púas, rejas, vigilantes, cámaras de seguridad, perros adiestrados y cada quien se hace de alguna arma o se pertrecha como puede. Ni la luz del mediodía ni la supuesta inviolabilidad de casas y autos es suficiente protección. 4) En al menos siete presidios son los reos los que controlan los establecimientos, y en numerosos sitios, como Tepito en la capital y otros barrios en provincia, ni la policía puede entrar. 5) La corrupción que no es patente del sector público, corre a sus anchas. No hay contrato, ni trámite de ningún orden que no lleve implícito su porcentaje. 6) El llamado estado de derecho es una linda quimera resaltada en todo tipo de discursos. En realidad, es burlado una y otra vez por todos. 7) La economía informal, pintada a brochazos gordos por el ambulantaje, ha crecido al punto que es mayor que la otra, la formal, la legal, la legítima. Opera sin ningún freno. 8) La deuda internacional no ha descendido, al contrario, ahora es mayor y la cifra encadena a nuestros bisnietos a pagar lo que ahora gastamos tanto en inversión como en gasto corriente. ¿Cuánto de ello se destinará a pagar los incomprensibles e injustos aumentos en sueldos a legisladores, consejeros electorales, magistrados, alta burocracia y todas sus irritantes canonjías? 9) El sistema de procuración de justicia recién reformado lejos de llevar paz y justicia a la ciudadanía, nos ha llenado de zozobra al liberar a miles de convictos de alta peligrosidad, al punto que Mancera, el jefe del Gobierno capitalino, dice tener temor. 10) Gastón Azcárraga, quien destruyó Mexicana de Aviación, y Napoleón Gómez Urrutia, líder minero que se llevó a Canadá 50 millones de dólares del gremio, son figuras icónicas del sinnúmero de violadores de la ley que huyen para vivir como príncipes, sin que nada ni nadie se los impida. 11) El costo de nuestros partidos políticos y de la democracia mexicana no tiene paralelo en el mundo. Nuestros representantes ganan más, mucho más que sus colegas de Noruega, Argentina, Chile y Holanda juntos. 12) Las amenazas para realizar un TLCAN equitativo, el muro, las medidas migratorias y el síndrome ansioso paranoide del señor Trump contra nosotros, ¿cómo lo enfrentará la próxima administración, sea quien sea el ganador? 13) La evasión fiscal no se ha logrado detener, antes bien pareciera un divertido juego de los empresarios, comerciantes e industriales de todo pelo. 14) Carecemos de una sólida gobernabilidad que nos dé el piso y la seguridad necesaria en todos nuestros actos y conductas. Nadie tiene temor de ser llamado a entregar cuentas de recursos que no son suyos. Con frecuencia el mando está en manos de hampones y patibularios, no de autoridades. 15) Se requiere ampliar la investigación en ciencias básicas, proyectos científicos y tecnológicos para estar a la altura competitiva de otros países. 16) Nos urge tener cuerpos policíacos bien entrenados, responsables y que inspiren confianza. Son muchos los ilícitos en que, de manera reiterada, se ven involucrados y hasta con participación determinante. 17) Si bien se han creado reformas que debieran ser decisivas, éstas han decepcionado pues requieren tiempo; aunque debieran ser continuadas, mejoradas y hasta moduladas para rendir los frutos que todos necesitamos. La lista es incompleta, pudiera continuar y abarcar áreas decisivas en vivienda, salud, educación. Detengámonos para preguntarnos: ¿para qué alguien quiere llegar a ser presidente y enfrentar las indomables garras del tigre?